La Fiscalía analiza los anticipos de créditos a pequeñas empresas
La Fiscalía de Nueva York ha abierto una investigación sobre firmas financieras que ofrecen anticipos de dinero a pequeñas empresas en todo el país y en particular analiza las técnicas predatorias y abusivas para cobrar lo que se les adeuda.
La noticia, adelantada por Bloomberg, fue confirmada por fuentes cercanas a la investigación. La fiscal en funciones, Barbara Underwood, afirmó que es “reprobable estafar, engañar y acosar a los dueños de pequeños negocios con prácticas de cobros de deuda predadoras y el abuso de los tribunales. Mi oficina seguirá haciendo todo lo que está en su poder para proteger a los neoyorquinos. Si una empresa está implicada en una conducta fraudulenta o engañosa, queremos saberlo”.
La acción tomada por la fiscalía está en un estadio inicial y no significa que se materialice en una acción judicial.
La cuestión es de importancia para pequeños empresarios, muchos de ellos latinos, para los que el dinero de la familia, los amigos, las tarjetas de crédito personales y los anticipos de cash de la industria financiera son fundamentales para fundar o financiar las operaciones corrientes de sus negocios. Estos empresarios raramente cuentan con el apoyo de inversionistas y la banca tradicional raramente concede créditos de poca cantidad y menos a empresarios con trayectorias cortas, falta de colateral o de historial crediticio.
En el estado de Nueva York las leyes contra la usura prohíben que las entidades financieras no bancarias no licenciadas en el estado impongan una tasa de interés superior al 16% a los pequeños préstamos. Los que tienen licencia para operar en el estado no pueden superar el 25%. El hecho de que se sea una entidad de fuera del estado o fuera del país no exime del cumplimiento de estas leyes.
Los anticipos de capital, normalmente por cuantías bajas, son tan populares como pueden ser caros. Muchas veces las tasas anualizadas de estos préstamos exceden los tres dígitos porcentuales. Y luego en su cobro, en muchos casos, las entidades no bancarias acuden a los tribunales después de que los acreedores hayan firmado cláusulas que dificultan su defensa.l