El nuevo gobierno mexicano trata de tomar control de la caravana
Cientos de migrantes aguardan a ser trasladados a un nuevo albergue habilitado en la ciudad mexicana de Tijuana, donde ya se encuentran refugiadas 2.385 personas, mientras se desconoce el paradero de más de 3.000 centroamericanos.
Unos 300 migrantes, entre mujeres, niños y hombres, pernoctaron afuera de la unidad deportiva “Benito Juárez”, donde fue dispuesto por las autoridades municipales un primer albergue que fue desalojado la semana pasada por razones sanitarias y que llegó a acoger más de 6.000 personas.
Entre los migrantes persiste el miedo de ser deportados al momento de subir a los camiones que son proporcionados por empresas transportistas locales para su traslado.
Por eso muchos de ellos aseguran se quedarán en la calle, aunque las autoridades señalaron que esto no será posible a partir de hoy.
Al nuevo albergue, habilitado en el salón de eventos “El Barretal”, han sido trasladados ya 2.385 centroamericanos, de acuerdo con el último recuento.
Sin embargo, ninguna autoridad ha detallado dónde se encuentran los más de 3.000 que no están ni en el nuevo refugio ni en las inmediaciones del primero, aunque se presume que la mayoría están en casas de migrantes operadas por asociaciones religiosas.
Entre tanto, el nuevo gobierno de México, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, busca tomar control de la situación de emergencia que vive la caravana migrante.
La crisis de los migrantes quedó en medio del cambio de presidente en México y ahora es un problema que debe resolver la administración de López Obrador.
El coordinador nacional de Protección Civil, David León, informó de que la Secretaría del Bienestar y el Instituto Nacional de Migración (INM), a cargo de Tonatiuh Guillén, serán los encargados de atender la emergencia.
La primera para entregar y controlar los recursos y la segunda para hacerse cargo del nuevo albergue techado que ocupan los migrantes centroamericanos en Tijuana, tras la clausura del primero debido a cuestiones sanitarias.
“La administración está comenzando pero tiene un compromiso la Secretaría del Bienestar para atender esas necesidades”, dijo León a medios.
La decisión forma parte de la estrategia de López Obrador para no entregar recursos en directos a las entidades y los municipios, para no fomentar su mal uso y en cambio supervisar su aplicación mediante “delegados estatales”, quienes vigilarán en que planes y programas se aplican.
El sábado, tras su toma de posesión, López Obrador, quien con la crisis de migrantes, afronta el primer gran reto de su gestión, firmó un Plan de Desarrollo Integral con su homólogos de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Según información de la organización Pueblo Sin Fronteras, el domingo unos 25 hondureños, entre ellos 10 adultos y el resto menores, cruzaron la valla fronteriza por la zona de Playas de Tijuana y se entregaron a las autoridades estadounidenses.
Repatriación de cadáver
Mientras, El Salvador gestiona la repatriación de los restos de un joven migrante que formaba parte de la caravana y que falleció recientemente en México, dijo la viceministra para Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín.
“Tenemos confirmado que se trataba de dos salvadoreños que estaban en Tijuana, que salieron a caminar fuera del albergue y fueron atropellados, uno falleció”, señaló la funcionaria.l