Botellazo obligó a parar la semifinal
La violencia volvió a manchar el fútbol guatemalteco. Era el minuto 85 del juego de ida entre Cobán Imperial y Guastatoya el miércoles cuando el árbitro Mario Escobar suspendió el encuentro después de que una botella lanzada por la afición le pegara en la cabeza.
El juego de semifinales iba 0-0 cuando la afición verapacense empezó a lanzar desde la grada diferentes objetos. Este incidente, según el reglamento local, dará la victoria por 0-3 al vigente campeón, a Guastatoya, aunque Cobán estaba haciendo méritos para llevarse la victoria.
Amarini Villatoro planteó un equipo defensivo. Y le funcionó. Los suyos no encajaban ningún gol a pesar de la presión local. Lo intentaban por el centro y por las bandas, pero no tenían fortuna y el guardameta panameño José Calderón hizo el resto.
El delantero uruguayo Jonathan Charquero fue quien tuvo la suerte más cerca, pero no logró definir. Cobán se daba de bruces contra su propio sueño.
Cuando sólo faltaban cinco minutos para el final y se iba a tirar un saque de esquina, el árbitro recibió un impacto, suspendió el partido y fue trasladado a un centro asistencial para una evaluación.
Según las imágenes de la televisión, tenía una herida sangrante en la cabeza y los medios locales apuntan que tendría que recibir unos puntos de sutura.
El reglamento disciplinario de la Liga Nacional de Guatemala establece, en su artículo 50, que si un partido no puede completarse por falta de garantías, a juicio del árbitro, el oponente ganará por 0 a 3 y habrá una multa económica.
Lo que iba a ser una fiesta deportiva, con un lleno casi absoluto en Cobán, dejó a los locales prácticamente eliminados de la ronda semifinal del Torneo de Apertura de Guatemala, a expensas del partido de vuelta que se jugará este sábado.
En la otra semifinal del torneo chapín, Comunicaciones recibía anoche a Xelajú (9 pm/ET) en el partido d e ida. La vuelta está programada para jugarse el domingo.
Caixinha: 15 minutos terribles en Monterrey
Los Rayados superaron de principio a fin al Cruz Azul el miércoles para ganar 1-0 en la ida de semifinales y en gran parte se debió a una falta de actitud, así lo señaló el técnico cementero Pedro Caixinha.
“Es un equipo que siempre empieza a apretar, divide ese momento de presión en dos bloques, eso pasó en los primeros 15 minutos”, dijo el portugués. “En ese tiempo no tuvimos el carácter, la personalidad para entender eso y echamos a perder todo el partido, creo que los primeros 15 minutos fueron terribles”.
Pero pese a no ver la mejor versión de su equipo, Caixinha se mostró confiado para el partido de vuelta, en donde dijo preparará de otra manera el encuentro de este sábado.