Todo se definirá en dos etapas finales
Un latinoamericano tiene buenas posibilidades de lograr la corona
El Dakar entró ayer en su recta final con la octava de las 10 etapas de esta edición que se disputa de principio a fin en Perú, donde el chileno Pablo Quintanilla tiene al alcance ganar su primer Dakar en motos y el qatarí Nasser Al-Attiyah marcha tranquilo hacia su tercer triunfo en coches.
Quintanilla (Husqvarna) deberá definir el Dakar en un duelo con el australiano Toby Price (KTM), el campeón de 2016 que ayer saltó a la primera posición de la general gracias al abandono del estadounidense Ricky Brabec (Honda), al que se le averió la moto cuando lideraba la carrera.
El chileno terminó segundo la octava etapa, disputada entre San Juan de Marcona y Pisco, con un recorrido de 575 kilómetros, de los que 360 eran cronometrados, lo que le sirvió para situarse en la segunda posición de la general, a solo 1 minuto y 3 segundos de Price.
Sin perder de vista al austríaco Matthias Walkner (KTM), campeón del Dakar 2018 y tercero en la general a casi 7 minutos de Price tras ganar la octava etapa, el australiano y el chileno se jugarán en este Dakar en las dos últimas etapas.
A favor del chileno puede jugar que el australiano terminó esta jornada muy mermado y dolorido de la mano derecha, al punto de que le era difícil quitarse por sí solo el guante que la protegía.
Por su parte, Quintanilla consideró que le será muy complicado poder recortar ese minuto este miércoles en la novena etapa porque la salida será masiva y los pilotos de cabeza rodarán a la par.
“Mañana no hay mucha estrategia que se pueda hacer. Hay que seguir atento y tratar de acelerar en los últimos kilómetros. Tengo que cruzar la meta antes que Toby, y el último día salir a darlo a todo para poder descontar ese minuto”, detalló Quintanilla.
En coches resultó otra jornada favorable para Al-Attiyah (Toyota), el líder de la general que amplió su ventaja sobre sus perseguidores gracias a que el francés Stéphane Peterhansel (Mini) volvió a tener problemas en la arena y se quedó varado hasta en dos ocasiones.
Tras bajarse de su todoterreno, Al-Attiyah manifestó estar “bastante contento” por el resultado de la etapa y reconoció que tiene una buena ventaja, pero declinó dar por ganado el Dakar, que sería su tercero tras haberlo conquistado en 2011 y 2015.
Los problemas de Peterhansel fueron aprovechados por el español Joan “Nani” Roma para ascender a la segunda posición de la general, donde tiene a 46 minutos a Al-Attiyah, una distancia de la que es consciente que solo puede recuperar si el qatarí tiene algún percance.
“Aquí puede pasar de todo aún, pero corriendo no le vamos a ganar a Nasser. Vamos a correr como hasta ahora, tranquilos”, comentó Roma, consciente de que su Mini 4x4 no puede obrar el milagro por sí solo ante el Toyota Hilux del árabe.
Sin embargo, el catalán tampoco puede dormirse porque el francés Sébastien Loeb se adjudicó su cuarta victoria de etapa en este Dakar, lo que le situó en la tercera posición a solo 16 segundos de Roma.