El día que “El Chapo” fue colgado de pies de un helicóptero en vuelo
Guzmán Loera dio una entrevista sobre el hecho como parte de la película que planeaba
Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera quería hacer una película y un libro de su vida, para ello realizó varias entrevistas donde contó experiencias desde su infancia.
En una de esas pláticas, según su exasistente personal Alex Cifuentes, contó que había sido detenido por el Ejército mexicano en Nayarit, pero como los militares no tenían pruebas en su contra lo torturaron para que revelara la ubicación de las drogas.
“Él dijo que nunca dijo (sic) dónde estaban las drogas”, afirmó Cifuentes cuestionado por Jeffrey Lichtman, defensor del presunto líder del Cártel de Sinaloa. “El Ejército no podía arrestarlo porque no tenía pruebas”, presumía Guzmán Loera, según Alex.
En su entrevista, ocurrida en 2012 en una de sus siete casas en las montañas de Sinaloa, “El Chapo” contó que los militares le trituraron las manos con la base de los rifles que portaban, además de atarlo de pies y hacerlo volar colgado de un helicóptero.
Cifuentes dijo que el mexicano dio varias entrevistas a quienes harían su película, que incluso había contratado a un productor y director colombiano Javier Rey, quien viajó a Sinaloa para planear la idea.
Jeffrey entonces cuestionó a Alex si había visto las cicatrices de ese hecho en las manos de Guzmán Loera y reconoció que no.
“¿Mostró sus manos durante la entrevista?”, cuestionó el defensor. “Sí”, dijo el testigo. “¿Vio cicatrices?”, atajó Licthman. “No”, reconoció Cifuentes en la corte de Brooklyn.
El defensor terminó con sus cuestionamientos, luego de una complicada mañana para la defensa en la que se impidió que ahondara en los asesinatos que supuestamente ordenó Alex Cifuentes, incluso de sus familiares, como su sobrino Javier Roll Cifuentes.
Lichtman tampoco pudo enfocarse en las presuntas mentiras por problemas de salud que el excolaborador de Guzmán Loera había dicho a las autoridades, a fin de lograr un mejor acuerdo para su sentencia.
Sobornos a autoridades
Los sobornos a altas autoridades mexicanas volvieron ser protagonistas del juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, ahora en voz de su exsecretario particular Alex Cifuentes.
Jeffrey Lichtman, abogado defensor del presunto líder del Cártel de Sinaloa, estableció –según declaraciones previas de Alex– que Guzmán Loera sobornó con $100 millones de dólares al expresidente Enrique Peña Nieto cuando tenía alrededor de tres meses de haber sido electo, previo a asumir el cargo.
Lichtman quiso establecer un ‘modus operandi’ similar con el expresidente Felipe Calderón, al preguntar a quien fuera secretario particular de “El Chapo” si sabía que ayudaba a los Beltrán Leyva para hacer caer a su jefe.
“No recuerdo si era el presidente Calderón”, dijo Cifuentes, luego afirmó que era al Ejército a quienes los enemigos de “El Chapo” enviaban para capturarlo, pero Guzmán Loera tenía de su lado a la Policía Federal, a la que pagaba entre $10 y $12 millones de dólares para atacar a gente de los Beltrán Leyva.
“Eso escuchaba”, afirmó el colombiano, quien cumplió su tercer día en la corte como testigo de los fiscales federales. “¿Lo escuchó dos o tres veces?”, indagó Lichtman. “Sí, señor”, respondió Cifuentes.
Alex, hermano de Jorge Cifuentes, reconocido como socio de “El Chapo” contó que incluso la Policía Federal mexicana colaboraba en el tráfico de drogas.
“Mi esposa y yo trabajamos con la Policía mexicana para importar droga de Argentina a México”, afirmó al describir que las maletas con la cocaína se enviaban en vuelos comerciales y la gente del Cártel de Sinaloa enviaba fotografía de los paquetes y el número de vuelo a los policías, quien acudían al aeropuerto. “La Policía iba a recoger en zona de equipajes”, aseveró.
Agregó que los federales traficaban droga para “La Barbi”, en referencia Édgar Valdez Villareal — sentenciado a 49 años de cárcel en Georgia– quien formó parte del grupo criminal de los hermanos Beltrán Leyva.