Inquilinos en Brooklyn batallan contra elevados aumentos de renta preferencial
Arrendatarios de un edificio a quienes el casero está aplicando incrementos excesivos, permitidos por las leyes actuales, arrecian campaña para exigir a Albany cambios urgentes
Bonifacio de la Rosa lleva 8 años viviendo en un apartamento del edificio 371 South de la Quinta Avenida, en Brooklyn, y aunque siempre tuvo la tranquilidad de que el poco dinero que recibe de su Seguro Social y la ayuda económica que le dan sus hijos, sería suficiente para poder cubrir los costos de la renta cuando ya no trabajara, en noviembre pasado, al recibir la renovación de su contrato de arrendamiento, casi le da un ataque. Después de estar pagando un alquiler de $1,250, la casera le informó que si quería seguir viviendo allí tendría que empezar a pagar $2,900, el valor legal del mercado, presuntamente registrado para esa vivienda.
Y aunque al dominicano de 70 años, quien padece problemas de presión arterial y tiene que someterse a diálisis, le pareció que el incremento fue “un golpe bajo” y creyó ser víctima de un incremento ilegal, luego se enteró que por ser su apartamento uno de los 266,000 que hay en los cinco condados bajo las normas actuales de la llamada renta preferencial, la casera está amparada por la ley para subir el arriendo al tope legal.
Desde el 2003, las leyes de alquileres del estado de Nueva York autorizan a propietarios que tienen inscritos sus inmuebles bajo la figura de alquiler ‘preferencial’, cobrar un precio mayor al que originalmente se negoció cuando se tomó el apartamento.
“Yo no sabía que eso era así. Pero esto es un abuso. Ella me está aumentando mil y pico de dólares de un fuetazo. Ella no me escucha, y lo que dice es que quiere que le pague lo que ella diga y yo no puedo, porque si no me va a tocar buscar mi camino. De dónde voy a sacar todo ese dinero”, asegura el inquilino, quien desde hace cuatro meses se organizó con la mayoría de los residentes de los 30 apartamentos que hay en el edificio, principalmente hispanos, para iniciar una huelga de rentas.
“Lo que ellos están haciendo desde entonces es que no le envían más los cheques a la dueña sino que los están depositando en una cuenta especial, en un fondo donde se tiene toda la renta de los inquilinos, que solamente se le entregará a la casera hasta que les mejore sus condiciones”, asegura Lucas Renique, coordinador de inquilinos de la asociación Los Sures, de Brooklyn, que está ayudando a los arrendatarios.
Renique explicó que el problema de ese edificio es que como todos los apartamentos están bajo la figura de renta preferencial, la casera empezó a hacer incrementos elevados para que quienes no puedan pagar por sus unidades de vivienda tengan que irse y poder, no solo cobrar más por los alquileres, sino elevar más los precios, con el llamado bono de vacancia, que permite incrementar un 20% adicional cuando un inmueble está vacío.
Esperan pelear en la corte
“Estas son personas que pagaban rentas de $1,000 y $1,200, pero la dueña decidió en las últimas renovaciones aumentarles de a golpes grandes, como de a $300, $500 y hasta más de $1,500, como a Bonifacio, y por eso ellos se declararon el huelga. Tal vez sea difícil que no les haga efectivos los aumentos, pero lo que queremos es que los lleve a la corte para poder pelear el caso allá, pero todavía no lo ha hecho”, agregó el activista, explicando que la renta promedio en esa parte de Brooklyn en este momento es de $3,500 por un apartamento.
“Ella además les ha incumplido con las reparaciones y condiciones del edificio, donde hay ratas, hay un problema de olor de la cañería y otros daños. También estamos viendo los historiales de renta de los apartamentos para determinar si los precios legales que está pidiendo son los que debe pedir o si está inflando los números”, agregó el activista.
En Nueva York del total de unidades registradas bajo renta preferencial, 73,251 están en Manhattan, 64,611 en Brooklyn, 60,481 en El Bronx, 58,591 en Queens y 3,444 en Staten Island.
Pero más allá de la huelga de rentas, los inquilinos del 371 South de la Quinta Avenida han iniciado una campaña intensa para que los legisladores de Albany pongan los ojos en sus historias y promuevan inmediatamente cambios a las leyes de renta actuales, que los tiene en semejante estado de angustia con los incrementos en sus contratos.
Así lo asegura Cipriana Arias, quien vive en el edificio hace más de 15 años, y quien recibió un nuevo contrato en el que los $1,100 que pagaba de renta le fueron elevados a $1,829.