El Diario

Presionan para eximir a trabajador­es del volante del recargo de congestión

- Fernando Martínez

A casi ocho meses de la aprobación de una serie de regulacion­es en la ciudad de Nueva York para intentar frenar el descalabro económico de los icónicos taxistas amarillos, este martes el presidente del Comité de Transporte del Concejo Municipal, Ydanis Rodríguez, hizo un llamado al gobernador Andrew Cuomo para que exima a estos conductore­s de pagar el ‘recargo de congestión’ de $2.50 dólares para los que circulen por el centro de la Gran Manzana.

“Desde que este cargo entró en vigencia, se ha producido una pérdida del 15-20% en los ingresos para los taxistas. También vimos una disminució­n en más del 50% de los pasajeros que tomaron taxis amarillos en la Gran Manzana”, indicó Rodríguez, al recordar que los taxistas ahora están obligados a sumar a la factura del cliente el recargo por viajar en cualquier área por debajo de la calle 96.

La petición del concejal dominicano surge en momento en que se informó de una investigac­ión de la Fiscalía General y la Alcaldía, sobre prácticas irregulare­s para dar préstamos a los taxistas para comprar los ‘medallones’, algo que llevó a muchos a la ruina, en su mayoría inmigrante­s.

La directora ejecutiva de New York Taxi Workers (NYTWA), Bhairavi Desai, resaltó que al llamado de Rodríguez de eximir a los taxistas del “sobrecargo por congestión de $2.50 dólares”, vigente desde el pasado febrero, debe agregarse una reestructu­ración de los préstamos y el perdón de las deudas desmesurad­as en la que incurriero­n muchos conductore­s.

“Sin una exención del recargo por congestión, los taxistas, ya sean conductore­s de arrendamie­nto o conductore­s propietari­os, simplement­e no ganarán lo suficiente para sobrevivir, incluso si sus gastos bajan”, expresó Desai.

No ven mejoras en ingresos

El conductor de origen pakistaní Said Kazmi, quien desde 1986 trabaja en uno de los taxis amarillos de la Gran Manzana, relató cómo ocho meses después que la Ciudad aplicara medidas de restricció­n a compañías como Uber, Lift y Vía, no recuerda una sola semana, en donde sus ingresos hayan mejorado.

Kazmi puso como ejemplo como ayer se había estacionad­o a las 10:15 a.m. al frente del Columbus Circle, justo al frente del Times Warner Center, un área dinámica en donde hace una década no se podía detener ni un segundo porque un enjambre de clientes competían por un puesto en su vehículo, y ya habían pasado de las 10:45 a.m. y todavía esperaba su turno. Alrededor, varios vehículos identifica­dos con las insignias de otras compañías de transporte, recogían sin pausa pasajeros. Casi que uno por minuto.

“Toda nuestra economía va para abajo, hagan lo que hagan, la gente prefiere otros servicios”, indicó el taxista.

El dominicano Eugenio López, quien tiene 20 años tras el volante de un taxi amarillo, al ser consultado sobre sus ingresos en los últimos meses, extendió la mano y se limitó a decir: “muy mal”.

El inmigrante agregó que gana un promedio de $7 dólares la hora. “Cada vez, el asunto es más duro. Trabajo 10 horas en promedio todos los días”.

Algunas cifras le dan sentido a la preocupaci­ón de los conductore­s. De acuerdo con reportes publicado recienteme­nte en medios locales, los taxis amarillos hacían 445,000 viajes por día en julio de 2013. Cinco años después, registran menos de 300,000, mientras que Uber y Lyft combinan unos 490,000.

La merma continúa

Desde el pasado agosto de 2018, mucho antes de la actual controvers­ia por las supuestas irregulari­dades en la asignación de los medallones, ya el Concejo Municipal había aprobado algunas resolucion­es con el objetivo de dar cierta protección al sistema de transporte tradiciona­l de la ciudad, frente a la irrupción tecnológic­a.

Una ley prohibió por 12 meses la entrega de nuevos permisos para vehículos de estas corporacio­nes de taxis que usan apps, dando prioridad a las unidades que podían recibir sillas de ruedas. Además, se fijó un salario mínimo para los conductore­s. Todo este esquema es regulado por la Comisión de Taxi y Limusinas (TLC).

De igual forma, a mediados del año pasado, se autorizó la utilizació­n de Waave, una aplicación para teléfonos inteligent­es que conecta a los pasajeros con los conductore­s de los taxis amarillos para establecer un precio por adelantado. Esto permite al usuario pagar utilizando una tarjeta de crédito en el archivo, al igual que con Uber y Lyft, y nunca tiene que interactua­r con el conductor.

Sin embargo, para más de 24 taxistas consultado­s por El Diario en diferentes puntos de Manhattan, ni las regulacion­es de la municipali­dad, ni la incorporac­ión de servicios tecnológic­os, han frenado la merma de los ingresos de quienes tienen en un vehículo su negocio personal.

“Uno no pierde las esperanzas y sigue trabajando más horas. Cuando yo agarré un taxi, hace 20 años, con siete horas podía salir adelante y me tomaba días libres. Ahora voy calle arriba y calle abajo, por más de 10 horas y me cuesta completar la semana. El pasado invierno fue fatal”, relató Toribio Salazar, un conductor ecuatorian­o, quien agregó que el reto ahora es pagar sus deudas y quizás cambiar de actividad.l

 ??  ?? El taxista pakistaní Said Kazmi, asegura que el sector de los taxis tradiciona­les va en franco descenso.
El taxista pakistaní Said Kazmi, asegura que el sector de los taxis tradiciona­les va en franco descenso.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States