Amparo Toro
gracia que “los viejos son los que creen que la edad envejece” y asegura sentirse mejor que una muchachita de 15. “Yo me la paso muy bien aquí y me encanta ser parte del desfile porque me hace más feliz y me pone retos. Hasta me puse a hacer dieta y logré bajar media libra”, contó, mientras estalla en risas, agregando que no le importa tener libritas de más, porque lo importante en la vida es “sentirse bien y disfrutar en todo momento”.
Años dorados con diversión
Y es que esa parece ser la actitud allí, y que de paso honra la frase del lugar, que reza: “Enriquece tus años dorados con diversión, conocimiento y amigos”, pues todos parecen muy entretenidos, aunque no siempre cuando llegan es así.
“Al principio muchos de ellos vienen con diferentes tipos de enfermedades y algunos llegan con depresión y con muchísima tristeza en sus ojos, por problemas en el hogar o por cualquier cosa, pero cuando entran aquí sus vidas cambian. Cuando dejan «Este lugar es lo mejor que me pudo pasar. Muchas veces la gente piensa que las personas se ponen mayores y que ya no se pueden divertir y es mentira». la timidez y se involucran en el día a día, con los planes de recreación, de interacción y consejería, vuelven a sentirse vivos, es volver a encontrarse consigo mismos”, asegura la coordinadora María Hiraldo, quien fue la maestra de pasarela del desfile de modas de las abuelitas. “Aquí ellos vuelven a sentirse útiles y vuelven a hacer lo que hacían, como se vio en el desfile de modas donde la alegría era rebosante. Comfort para muchos es como una luz en medio de la oscuridad”.
Diana Vásquez, directora del lugar, advierte que parte del éxito del proyecto, donde la inmensa mayoría son adultos mayores de origen latino, atendidos por un grupo de 26 personas, es el acercamiense to que se hace con cada uno para poder comprender mejor sus necesidades.
“Nuestra misión es conocer personalmente a cada uno de nuestros miembros para comprender y reconocer sus necesidades individuales. Solo así podremos ofrecer actividades y servicios efectivos en un ambiente familiar, amoroso y profesional para satisfacer sus necesidades”, aseguró la ejecutiva. “Nuestro objetivo es asegurarnos de que nuestros miembros disfruten la vida al máximo”.
Y así parece entenderlo perfectamente el colombiano Édgar Arcila, quien a sus 70 años acude varias veces al lugar a dar rienda suelta a una de sus pasiones, jugar billar y de vez en cuando darque
No se olviden de los mayores
“Nosotros ofrecemos aquí diferentes tipo de actividades, como clases de arte, pintura, manualidades, clases de inglés, clases de computadoras, ofrecemos yoga, nutrición costura, les damos el desayuno, el almuerzo y comida, tenemos hasta karaoke y también ofrecemos servicio de transporte, todo totalmente gratuito”, agrega María Hiraldo, quien aprovecha para enviar un mensaje a aquellas personas jóvenes que se olvidan de los mayores.
“Es muy duro pensar en la tercera edad y vivir esa etapa si no se cuenta con el apoyo necesario. No importa la edad que se tenga, si uno tiene las condiciones puede vivir a plenitud. Es triste ver muchos de estos abuelitos viven solitos en cuartos, después de haber trabajado duro toda su vida y aquí tratamos de darles motivos para sonreír”, dijo la trabajadora social. “No hay edad para cumplirles sus sueños y es nuestra obligación como sociedad darle a los mayores su espacio para que se sientan útiles, para que no se sientan desechados o despreciados. De ellos se aprende mucho y es hermoso verlos sonreír y sentir que volvieron a vivir”.
Y en medio del bullicio y las risotadas de los abuelos cubanos, colombianos, peruanos, dominicanos, mexicanos y ecuatorianos que le ponen brillo al lugar, una de las abuelitas parece resumir el sentir de los integrantes de Comfort. “La edad solo es un número. Los que están viejos son los IDs. Uno debe vivir intensamente hasta que se muera”, dice la dominicana.l