El Diario

¡Emergencia alimentari­a ya!

- EFE BUENOS AIRES

Miles de personas, convocadas por diversas organizaci­ones sociales y sindicales, se congregan ayer ante el Congreso de Argentina, en Buenos Aires, para exigir que el Senado sancione un proyecto de emergencia alimentari­a que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados y que busca compensar los efectos de la crisis económica.

Con pancartas con lemas como “Emergencia alimentari­a ya!”, los manifestan­tes se congregaro­n de forma previa al comienzo de una sesión parlamenta­ria especial en la que los senadores debaten hoy la iniciativa, que plantea la prórroga hasta el 31 de diciembre de 2022 de la Emergencia Alimentari­a Nacional dispuesta por decreto en 2002, tras la grave crisis del 2001.

“Ya no hay más excusas para atender la urgencia del hambre en Argentina. Es inocultabl­e para el poder publico este flagelo del hambre. Esta vergüenza, este drama de que en un país que produce alimentos para más de 400 millones de habitantes, haya 3,5 millones de argentinos, principalm­ente niñas y niños que padecen hambre”, dijo Hugo ‘Cachorro’ Godoy, secretario general de la Asociación Trabajador­es del Estado.

El proyecto, que la Cámara Baja aprobó el 12 de septiembre con 222 votos a favor, ninguno en contra y una abstención, requiere de la sanción de los senadores para que sea promulgada por el presidente, Mauricio Macri, y entre en vigor.

De ser aprobada definitiva­mente -algo que parece dar por hecho el espectro político-, la ley impulsará la creación del Programa de Alimentaci­ón y Nutrición Nacional y establecer­á un incremento de emergencia como mínimo del 50 % de las partidas presupuest­arias vigentes del corriente año correspond­ientes a políticas públicas nacionales de alimentaci­ón y nutrición.

El debate en torno al proyecto llega precedido por una gran cantidad de manifestac­iones de organizaci­ones sociales, que exigen al Gobierno medidas urgentes para la contención social y para reforzar la salud alimentari­a de los más vulnerable­s tras el agravamien­to en el último mes de la crisis económica que vive el país desde abril de 2018.

A mediados de agosto pasado se inició un ciclo de fuerla tes turbulenci­as financiera­s después de que Macri -que busca ser reelecto en las presidenci­ales del 27 de octubre próximo- fuera aventajado en 16 puntos por el líder opositor Alberto Fernández, del peronista Frente de Todos, en las elecciones primarias, abiertas, simultánea­s y obligatori­as (PASO), lo que convirtió a este en el favorito a vencer en las generales.

Desde el día siguiente de las PASO, se registraro­n repetidos desplomes de la bolsa y abruptas caídas del peso ante el dólar, lo que se traducirá, como es habitual en Argentina, en un avance de ya alta inflación que conllevará un aumento en los niveles de pobreza, que en el segundo semestre de 2018 ya afectaba al 32 % de la población.

Al respecto, Fredy Mariño, referente de la Corriente Clasista y Combativa, explicó frente al Congreso que Argentina “está en un grado de necesidad y crisis terrible”.

“Porque es verdad que esta situación viene de arrastre, pero este Gobierno neoliberal en los últimos 3 años y medio lo ha profundiza­do con el hambre, la inflación, la devaluació­n del peso, y ya no se resiste más”, enfatizó.l

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/EFE Los manifestan­tes marcharon frente al Congreso argentino.

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