China, ante el reto de volver a normalidad
China regresó ayer de las prorrogadas vacaciones del Año Nuevo Lunar con el reto de recuperar la normalidad mientras continúa su lucha por contener la neumonía de Wuhan, cuyo número de muertes asciende ya a 362 personas y los infectados a 17,205.
La cifra es significativa pues supone que las muertes causadas por el coronavirus en la China continental superan ya las que causó el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS) en 2003, ya que buena parte de las víctimas mortales de aquella epidemia fallecieron en Hong Kong.
No obstante, el SARS fue mucho más mortífero de lo que lo está siendo hasta el momento el virus de Wuhan, que mantiene una tasa de mortalidad del 2.09%.
Entretanto, millones de chinos volvieron ayer a sus puestos de trabajo tras casi dos semanas de descanso, pero en algunas grandes urbes como Shanghái, sede de centenares de multinacionales, las vacaciones se han extendido hasta el día 9.
Así, la tímida reapertura de comercios, instituciones oficiales, bancos y algunas fábricas ha sido el primer intento de China de mostrar que puede sobreponerse al coronavirus.
Pero la zona que continúa paralizada y sin atisbos de normalidad, salvo los negocios imprescindibles para la vida diaria de los ciudadanos, es la provincia de Hubei y su capital, Wuhan, que suma ya diez días de cierre y cuarentena y es donde se están produciendo la mayoría de las muertes y de los contagios.O
El Hospital Huoshenshan de la ciudad china de Wuhan, construido en solo diez días para combatir el brote de coronavirus y que entró ayer en funcionamiento, se ha convertido en paradigma del “milagro chino”, a la vez que en la mejor herramienta propagandística de Pekín en la lucha contra la enfermedad. El centro hospitalario, compuesto de módulos prefabricados y con una capacidad de 1,000 camas, estará operado por 1,400 médicos militares.