LA REUNIÓN TRUMP-AMLO
La visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a Washington para reunirse con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene sus controversias. Pero las diferencias que existen por situaciones temporales en ambos no deben de eclipsar la importancia de la relación.
El inicio oficial del nuevo tratado de libre comercio de América del Norte (USMC) que en entró en vigencia el 1ro. de julio pasado, es un motivo válido para una reunión de este tipo.
La ausencia del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, le quita brillo al momento. El que el tercer firmante del acuerdo comercial no esté presente le da un sabor bilateral que no le ayuda a la imagen interna del presidente mexicano.
La controversia despertada en México por la visita es comprensible. La visita de AMLO en medio de la reelección de Trump parece ser un regalo para el estadounidense. Le sirve a Trump para mostrar uno de sus éxitos en materia de comercio internacional y el tener al presidente mexicano hablado bien de él después de pasar cuatro años despotricando contra los mexicanos en Estados Unidos.
López Obrador vino preparado en su discurso para asegurar en Washington que “hay agravios que no se olvidan” y defender la “comunidad de gente buena” que aportó trabajando mucho “al desarrollo de esta nación”. Luego vino el torrencial de palabras gentiles a la relación histórica entre ambas naciones -sin contar la invasión y el robo de medio país- y destacar el “respeto y la comprensión” de Trump. Dos palabras difíciles de asociar en el contexto general del presidente estadounidense con lo mexicano.
López Obrador vino a reforzar una relación comercial que sea beneficiosa para la economía mexicana. Ese para ser la base del pragmatismo con que el mandatario se ha manejado desde el primer momento ante los desplantes de Trump. El precio fue convertir a México en el muro para evitar el paso de los centroamericanos y en no enfrentar a Trump al tú por tú cuando hubieron motivos para hacerlo.
El no haber hecho una conferencia de prensa después de la firma de un acuerdo entendimiento evitó que Trump convirtiera el momento en un evento de campaña. De darle la oportunidad para que culpe a su rival Joe Biden de haber su tan criticado NAFTA. Aunque seguramente la imagen junto a López Obrador estará en alguna publicidad de reelección en busca del voto latino.
La manipulación electoral de la visita por parte de Trump es desagradable. Pero la visita de López Obrador no hará diferencia en la elección de noviembre. Sí puede ayudar a una relación económica beneficiosa para México. Quienes creen que esto ayuda a Trump no ven más allá de lo que ocurrirá en menos de cuatro meses. Los intereses entre México y Estados Unidos son mucho más duraderos.•
Uso electoral del encuentro
«El presidente Donald Trump saca provecho electoral de la visita que le hizo el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador»