NO ESTÁ POR ENCIMA DE LA LEY
El fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre las declaraciones de impuestos del presidente Donald Trump es una derrota para él, porque rechaza de pleno la idea de que es un ciudadano especial por estar en la Casa Blanca y que es “absolutamente inmune”. Desinfla legalmente la arrogancia de esta administración que normalmente cree que el Presidente por diseño y práctica está sobre la ley.
Trump no es una excepción, aunque él se crea excepcional. Este es el mismo resultado que tuvieron los expresidentes Richard Nixon y Bill Clinton cuando trataron de frenar las investigaciones en su contra alegando que eran una distracción a la labor presidencial y que, por su importancia nacional, los mandatarios debían ser excusados. Los jueces rechazaron el argumento antes y lo hicieron ahora.
Hasta aquí la satisfacción de que este fundamento básico de la Constitución sea ratificado por 7-2 en un tribunal de mayoría conservadora. Pero este fallo no cambiará nada en los próximos meses, porque el Alto Tribunal lejos de ordenar una acción inmediata, le pasó a los tribunales inferiores que sigan resolviendo dentro del contexto legal del fallo.
Esto quiere decir que no veremos pronto las declaraciones impositivas del Presidente. Por lo menos hasta la elección de noviembre Trump seguirá siendo el candidato/ presidente cuya información financiera es un secreto.
La Corte Suprema resolvió ayer dos casos similares. En uno, la Cámara de Representantes pidió conocer esta información para ver el enlace de las finanzas del Presidente y sus empresas con gobiernos e individuos, en donde esté presente un conflicto de interés o por simple evasión de impuestos. El segundo es en el contexto de la investigación que hizo la fiscalía de Nueva
York al exabogado personal de Trump Michael Cohen, por el soborno a una actriz pornográfica para que calle una relación sexual con Trump. Los investigadores quieren saber si el dinero salio del bolsillo de Trump lo que pondría en problemas al mandatario por ser una violación a ley de campaña política.
En el primer caso, los jueces enviaron de regreso a un tribunal menor el pedido de la Cámara Baja. En el segundo, la empresa Mazar USA le enviará al fiscal de Nueva York la información contable de Trump que a su vez pasará a un Gran Jurado que tomará la decisión si se presentan cargos contra el presidente. Las deliberaciones del Gran Jurado son secretas por ley.
La frustración surge de que ninguno de los dos casos va a permitir conocer el detalle financiero que tanto esconde Trump antes de las elecciones. El celo con el que el Presidente guarda esos datos causa una intriga mayor. Por lo que sabe de las prácticas empresariales del neoyorquino la información puede ponerlo en aprietos, a él y a su familia.•
Orden la de Corte Suprema
«El presidente Donald Trump tiene que mostrar su declaración fiscal».