El Diario

UNA NUEVA AMENAZA EN MEDIO DE LA PANDEMIA

- Dulce Ramírez B@SinEmbargo­Mx COLUMNISTA DE SIN EMBARGO

La salud mundial ha colapsado, ha sido más de medio año de restriccio­nes de movilidad, de confinamie­nto, de enfermedad y muerte. El mundo entero ha tenido que adoptar de tajo nuevas medidas de convivenci­a que cada día nos separan más, pero, ¿basta todo esto para salir victorioso­s de esta pandemia y frenar nuevas?

Hacerle frente a cualquier pandemia, no significa sólo tomar medidas en medio de la tempestad, es evidenciar la raíz de ellas, y solo lo lograremos si estamos dispuestos a realizar cambios profundos que rompan con los paradigmas que nos han devastado como sociedad.

Nuestra relación con los animales y los sistemas de producción que hemos construido alrededor de ellos, que conllevan la matanza masiva de animales y su comerciali­zación, ha puesto en jaque al planeta, no solo por acabar y contaminar los recursos naturales o ser responsabl­e del calentamie­nto global, también nos han dotado de las más grandes pandemias.

El virus que causa la COVID-19 no es el primer virus mortal que se relaciona con el comercio y el consumo de animales vivos. El brote de influenza aviar en 2005, virus mortal entre aves de corral, la pandemia de influenza de la gripe porcina en 2009 que saltó de los cerdos a los humanos y el MERS (Síndrome respirator­io de Oriente Medio) en 2012 por consumo de carne o leche de camello, son otros ejemplos de virus que probableme­nte se originaron en animales y luego saltaron a los seres humanos causando brotes peligrosos.

Sin embargo y a pesar de

La raíz

Para hacer frente a una pandemia hay que indagar el origen del problema.

que la historia nos ha dado un indicio claro del problema y la solución, en medio de esta pandemia causada por COVID-19, una nueva cepa del virus H1N1 de gripe porcina surgió recienteme­nte en una granja de cerdos en China y los científico­s han declarado que tiene el potencial de convertirs­e en pandemia.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., el virus, que ya ha sido identifica­do como G4, desciende genéticame­nte de la cepa H1N1 que causó una pandemia en 2009.

El estudio, que se basó en el monitoreo en granjas de 10 provincias de China entre 2011 y 2018, también reveló que el 10.4 por ciento de los trabajador­es dieron positivo en la prueba de G4 EA H1N1 y que los trabajador­es entre los 18 y 35 años dieron positivo en una tasa más alta: 20.5 por ciento.

El estudio también señala que “los virus G4 tienen todos los sellos esenciales de un virus pandémico candidato” y a los investigad­ores les preocupa que el virus pueda desencaden­ar un brote mundial.

Enfrentarn­os a una nueva cepa de influenza, aún cuando el mundo intenta poner fin a la actual pandemia de coronaviru­s, es un recordator­io de que el riesgo seguirá latente en la medida de que no cambiemos nuestros hábitos de consumo y nuestra relación con los animales.•

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