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do para decirles que hay algunas salidas”, dijo Sánchez
Sobran los ejemplos. El trabajador de la construcción ecuatoriano, Miguel Lorenzo de 55 años, residente de North Corona confiesa que se mostró incrédulo cuando una vez el Alcalde Bill De Blasio, al inicio de la pandemia dijo en televisión que en Nueva York “nadie pasaría hambre”.
“Yo de verdad que tenía semanas sin ingresos, nunca en mi vida de mis 32 años en este país, había tenido que acudir a la caridad para buscar comida. Y te puedo decir que en mi casa que somos seis, nunca pasamos hambre. Vimos un aviso de la Alianza Ecuatoriana, aquí en Corona y de allí en adelante todo siguió siendo horrible, pero por lo menos con el estómago lleno”, confiesa Lorenzo.
Así mismo, la colombiana Claudia Niño de 35 años, residente de Jackson Heights, opina que aunque hay alternativas de ayuda cuando no se "tiene papeles", todo termina siendo muy complicado.
"Para mi esta pesadilla no termina. Mi papá murió en el Hospital de aquí de Queens, luego de 20 días sin poder verlo. Esta es la fecha en que todavía no hemos podido enterrarlo, ni cremarlo. Todos en mi casa perdimos el trabajo. El restaurant donde era mesonera abrió, pero no me llamaron. Seguiré dependiendo de los bancos de comida", dijo preocupada.
Martha Sánchez
Recuperando la zona cero
Cuando las autoridades de salud de la ciudad de Nueva York empezaron a poner en balance el peso de las estadísticas en el comportamiento del coronavirus, dirigieron la mirada más firmemente a algunos códigos postales que ya mostraban desproporcionadamente números rojos.
Durante las cuatro semanas de abril, las zonas postales de Queens, el 11368 (Corona) y el 11369 (East Elmhurst), cerca del 76.7% de las pruebas de coronavirus practicadas resultaron positivas, el Hospital Elmhurst estaba colapsado y una población en donde 1 de cada 5 personas trabajan en la industria de los restaurantes, daban cuenta de una clara devastación económica.
La coordinadora de la Unidad de Respuesta de Elmhurst-Corona del DOHMH, Martha Hernández, explica que para los efectos estratégicos resulta vital que decenas de organizaciones sin fines de lucro, hayan estado desde el “día cero” al frente de esta emergencia.
“Desde hace muchos años la Ciudad ha venido generado relaciones orgánicas con más de 3,000 coaliciones que actúan en diversos ámbitos. En
«La integración comunitaria y las coaliciones que hacen vida en Queens se siguen integrando para decirles que hay algunas salidas.»
medio de la pandemia, se generaron otros frentes y nuevas prioridades”, acotó Hernández.
En palabras de la funcionaria del DOHMH, esta dinámica ha permitido identificar problemas más específicos y adecuar programas de información y asesoría, a través de líderes en los cuales las comunidades confían.
“Esta crisis de salud empeoró todos los problemas socioeconómicos históricos y sistémicos. Ahora estamos estructurando respuestas que trasciendan programas puntuales, como las ayudas nutricionales. La visión es tener a futuro otra dimensión en el acceso a la salud como derecho humano. Ese es el reto del DOHMH”, explicó Hernández.
El próximo mes de septiembre el programa NYC Care, llegará a Queens. Se trata de un plan de acceso a cuidado de la salud a personas independientemente de su estatus migratorio y capacidad de
pago, propiciado por la Alcaldía de Nueva York , coordinado por la red de hospitales y clínicas públicas de la Ciudad (NYC Health + Hospitals).
Además, DOHMH está ofreciendo adiestramiento a organizaciones como Elmhurst Community Partnership (ECP) para que tengan acceso a plataformas tecnológicas que le permitan hacer un mejor manejo estadístico
El gobernador Andrew Cuomo instó nuevamente a los neoyorquinos a “no bajarla guardia”, al tiempo de evaluar la crisis de salud como estable a nivel del estado.
Cuomo dijo que el número de personas hospitalizadas con COVID-19 en el estado de Nueva York se redujo a 743 mientras que 11 personas murieron, según el reporte que recibió de las autoridades de salud.
“A medida que Nueva York continúa mostrando progreso en la lucha contra COVID-19 con bajas hospitalizaciones y una baja tasa de casos positivos, seguimos alarmados por los picos en gran parte del país y el riesgo del incumplimiento a las medidas de restricción a medida que el estado persigue la siguiente fase de reapertura basada en datos”, dijo el gobernador.
Según Cuomo, las estadísticas diarias de todo el estado muestran que Nueva York tiene 754 casos recientemente confirmados, lo que representa el 1.08% de todas las pruebas realizadas. El número de personas hospitalizadas el viernes disminuyó 22 respecto al día anterior.
“La vigilancia, el coraje y la adopción de comportamientos básicos de los neoyorquinos (uso de máscaras, lavado de manos y distanciamiento social) han impulsado nuestra capacidad para controlar el virus, y tenemos que continuar en ese camino hacia el éxito. Exhorto a todos a mantenerse firmes”, agregó el mandatario.
Mano dura
El gobernador comentó que Nueva York, hasta ahora ha evitado un aumento en nuevos casos como los que afectan a otros estados en el sur y el oeste. Pero reiteró su advertencia que los neoyorquinos podrían estar en riesgo si abandonan el distanciamiento social y otras prácticas adoptadas para controlar la propaga