¡Que no se suban las pulgas a tu perro!
Cepillado regular, cubrir sus patas y desinfectar objetos son algunas recomendaciones para evitarlas
La llegada del verano trae consigo más calor y humedad, que pueden facilitar el contagio de pulgas y garrapatas a los perros.
La comezón no es el único malestar que estos insectos provocan en las mascotas, también pueden causarles enfermedades por la transmisión de bacterias y parásitos.
Los animales de compañía no pueden decir cuándo se sienten mal, así que los tutores deben estar atentos a su comportamiento y tomar medidas de precaución para evitar la presencia de estos bichos.
Las pulgas y garrapatas prefieren temperaturas de 20 a 35 grados centígrados y una humedad relativa del 35 al 95 por ciento. La temporada de mayor incidencia de contagio por estos parásitos va de abril a agosto.
Estos insectos habitan en pastos altos, arbustos y árboles, así como en animales silvestres y roedores.
La principal forma de contagio es a través del contacto con otros animales de compañía, en especial durante los paseos.
Si bien estos recorridos disminuyeron por las medidas de confinamiento para controlar el Covid-19, ambos parásitos pueden llegar a los hogares mediante la ropa de las personas, desde donde llegan a camas, muebles, tapetes, alfombras y grietas.
Las pulgas pueden transmitir el Dipylidium caninum, uno de los parásitos intestinales más frecuentes en los perros.
La Rickettsiosis, una enfermedad caracterizada por fiebre alta, también puede transmitirse por las heces de estos insectos. Si no se trata, es capaz de provocar la muerte.
Las garrapatas, por su parte, también transmiten la Rickettsiosis, así como la Erliquiosis y Lyme, cuyos síntomas son fiebre, inflamación, dolor de cabeza y sangrado. Pueden poner en riesgo la vida de los animales si el tratamiento no es oportuno.
En general, los dos insectos prefieren vivir en las mascotas, que se convierten en su fuente de alimentación, pero también pueden afectar a los seres humanos.
Al picar a una persona, provocan comezón, ampollas y pequeñas protuberancias rojas.
Si se complica el caso, pueden causar infecciones y enfermedades transmitidas por bacterias, como tifus y peste.
Médicos veterinarios recomiendan extremar las medidas de higiene durante el verano para evitar la infestación de parásitos.
Algunas recomendaciones:
Cepilla el pelo de los perros mínimo cada tercer día para mantenerlo limpio, eliminar el pelo muerto e identificar parásitos.
Ahoga en agua jabonosa todas las pulgas o garrapatas que encuentres.
Desinfecta y lava con frecuencia sus juguetes, platos de comida, lugares donde descansa y objetos con los que duerme, como su cama o mantas.
Limpia de manera profunda (con aspiradora, de preferencia) los rincones, gritas y muebles acolchonados, pues estos son los sitios predilectos de huevos, larvas y capullos. Sigue un programa de desparasitación externa e interna.
A veces, las pulgas y garrapatas pueden verse sin dificultad sobre el pelo de los perros, pero en otras ocasiones son imperceptibles, así que deben detectarse sus síntomas.
Los parásitos que se llegan a ver sólo son una pequeña fracción de la infección. Aunque se retiren todos los insectos visibles, es probable que queden huevos sobre los canes.
Síntomas de infestación de parásitos:
Un médico veterinario debe indicar el tratamiento ideal de acuerdo con las características del perro y la infección.
En general, recomiendan una rutina de higiene frecuente, que incluye baños con productos para eliminar parásitos.
Si bien algunos pueden adquirirse sin receta médica, se recomienda seguir las indicaciones de un especialista para usarlos de manera correcta.