Confirman que sí habrá enfermeros en cada escuela
La corporación de hospitales públicos ‘NYC Health + Hospitals’ será la encargada de contratar al personal de salud
A pesar de la creciente oposición de maestros y directores a la reapertura de las escuelas pública de la Gran Manzana el próximo 10 septiembre, asegurando que no están preparados y no se sienten seguros para volver a los salones, el alcalde Bill de Blasio insistió ayer en mantener su plan para que los niños retornen a sus colegios, y confirmó que ahora cada plantel contará con un enfermero certificado.
Antes de la pandemia del coronavirus, en por lo menos 400 escuelas de los 1,800 planteles que están bajo la autoridad del Departamento de Educación de la Ciudad (DOE), no había una presencia permanente de trabajadores de la salud, pero eso se revolverá, según prometió De Blasio, gracias a un acuerdo alcanzado con la corporación de hospitales públicos ‘NYC Health + Hospitals’ que se encargará de contratar a los suficientes enfermeros para que haya uno en cada plantel.
"A todas las personas que habían expresado esa preocupación (por la falta de enfermeros), les digo que los escuchamos alto y claro", indicó el Alcalde, agregando: "Ahora estaremos listos".
El mandatario aseguró que será esa agencia municipal, que opera los 11 hospitales públicos de la Ciudad, la responsable en lograr esa meta de que haya un enfermero certificado en cada escuela. “Ellos se encargarán de contratarlos y tienen un mes para alcanzar ese objetivo”, aseguró De Blasio.
Sobre el trabajo exacto que harán los enfermeros, el canciller de Educación Richard
Carranza explicó que no estarán encargados de manejar los ‘salones de aislamiento’. “En cada escuela habrá un comité de seguridad del edificio que tendrá como función decidir qué medidas tomar cuando se necesite usar esos salones, en caso que un niño o un adulto exprese tener algún síntoma de estar enfermo. Los miembros del comité usarán los elementos de seguridad para mantenerlos en estos lugares hasta que vengan a recogerlos y sean llevados a casa. Y esas personas no tienen por qué ser necesariamente el personal médico, ya que no administrarán ningún servicio de salud”.
El pasado miércoles la Asociación de Enfermeras del
Estado de Nueva York pidió a todas las escuelas del estado que retrasaran la reapertura, citando una investigación de la ‘Kaiser Family Foundation’ que encontró que el 25% del personal escolar ya tiene un alto riesgo de enfermedad grave o muerte por el COVID-19. Según reportó NY1, el grupo dijo además, que es una señal preocupante “que las admisiones a las unidades de cuidados intensivos pediátricas se hayan más que duplicado en solo las últimas seis semanas".
La reapertura sigue en pie
Y ante el clamor de muchos educadores al Alcalde y al Canciller para que retrasen la reapertura de los salones hasta por lo menos el 21 de septiembre, pedido al que se unió el miércoles el Sindicado de Directores de Escuelas, el mandatario insistió que el plan había sido cuidadosamente analizado y que todavía faltaba un mes antes del inicio de clases, tiempo en el cual se seguirán examinando cada una de las preocupaciones de los educadores.
“Seguiremos analizando las preocupaciones de todos, los padres, los educadores, incluyendo las de Michael Mulgrew (el presidente de la Federación Unida de Maestros). Pero tenemos un mes completo antes que abran las escuelas para seguir discutiendo estas inquietudes y aclararlas”, replicó el Alcalde,
agregando que tanto él como el Canciller “sabemos que tendremos que ser muy flexibles el próximo año escolar, y entendemos que no será perfecto y tendremos que hacer muchos ajustes”.
Carranza también siguió por la misma línea que el Alcalde, indicando que el DOE estaba trabajando directamente con los líderes sindicales. “Yo hablo con ellos casi todos los días, y cada preocupación que surge la ponemos sobre la mesa y la discutimos”.
El Canciller fue enfático al asegurar en que hay un punto en el que todos, sin duda, sí están de acuerdo: “Puedo decir que estamos absolutamente en la misma página en cuanto al bienestar de los estudiantes, y que los protocolos de salud y seguridad que pondremos en marcha, serán acordados por todos y que cada parte se sienta cómodo”.
Y aunque el máximo jefe del DOE insistió que por su propia experiencia, por haber sido maestro y director, entiende mejor que nadie las preocupaciones de los educadores, el pasado miércoles