Listos para una segunda ola
Anthony Annucci, comisionado del DOCCS, compareció vía remota ante esta comisión legislativa esgrimiendo que se cumplieron con todos los protocolos establecidos por las autoridades de Salud para controlar el virus en los recintos penitenciarios.
“A medida que se comprendió de una mejor forma la pandemia, fuimos rigurosos con acciones de control, distanciamiento, testeo y saneamiento. Hoy tenemos procedimientos muy eficientes que incluyen el aislamiento en unidades habitacionales a quienes resulten positivos en COVID-19, sin impedir que tengan comunicación a través de tabletas digitales con sus familiares”, argumentó el funcionario. Asimismo, Annucci precisó a los legisladores que con base a las normas del Centro de Control para la Prevención de Enfermedades (CDC) y las políticas de contención del virus del Estado tienen una estrategia muy clara a seguir si se asoma una segunda ola en otoño o invierno.
“Podemos comprobar que hemos sido un modelo a nivel nacional de control del COVID-19 dentro de los centros correccionales. Con una de las tasas más bajas de mortalidad. Obviamente, una sola muerte nos pesa, pero el avance ha sido claro”, reiteró.
Patty Yang, encargada de los Servicios de Salud de los Centros Correccionales de la Ciudad de Nueva York explicó que observando las estadísticas de contagio y muertes se ha mostrado “capacidad para manejar un virus tan contagioso en un entorno tan singularmente desafiante”.
Concluyó que el nuevo Laboratorio de Respuesta a Pandemias de la Gran Manzana ayudará a acelerar los resultados de las pruebas y agilizar el proceso para hacer seguimiento adecuadamente a las personas en las cárceles.