El Diario

COVID-19 frena esfuerzos para aumentar la inscripció­n de votantes

El crecimient­o en la lista de votantes está a la mitad del ritmo de 2016

- Roshan Abraham/City Limits

En la ciudad de Nueva York, la inscripció­n de nuevos votantes en 2020 ha bajado casi a la mitad en comparació­n con el año electoral 2016.

Entre enero y junio, solo 80,000 personas se inscribier­on para votar en la ciudad. En 2016, 155,000 votantes se registraro­n durante el mismo periodo de tiempo, según la Campaign Finance Board (junta de financiaci­ón de campañas de la ciudad, o CFB), que se encarga de regular el dinero que se gasta en la política y promueve la inscripció­n electoral.

La junta atribuye este descenso a las limitacion­es que ha impuesto el estado de Nueva York a las reuniones públicas por causa del COVID-19. De hecho, antes de que se implementa­ran las órdenes del programa PAUSE en marzo, el número de nuevas inscripcio­nes estaba subiendo con respecto a 2016, según datos del CFB. La mayoría de inscripcio­nes se llevaron a cabo en persona en eventos multitudin­arios. Las restriccio­nes han creado un vacío substancia­l para las organizaci­ones que se dedican a inscribir votantes, las cuales han quedado desplazada­s por la pandemia.

La junta también señala a las arcaicas leyes de inscripció­n electoral de Nueva York, en especial la falta de un sistema de inscripció­n en línea que les permita a los votantes apuntarse de forma segura desde su casa. El senado estatal pasó un proyecto de ley para establecer dicho sistema, pero la asamblea aún no ha votado al respecto.

“Estamos paralizado­s”, dijo Eddie Cuesta, director ejecutivo de Dominicano­s USA, grupo que promueve la participac­ión cívica de la comunidad dominicano-americana en los asuntos de la ciudad. El líder dijo que su organizaci­ón solo ha logrado inscribir un 10 por ciento de los votantes que registró en 2016.

Allie Swatek, directora de reglamento­s de la CFB, advirtió que la disminució­n en inscripcio­nes de este año podría traer consecuenc­ias más allá del presente año electoral.

“Hay más oportunida­d de inscribir gente durante un año presidenci­al que durante un año de elecciones no presidenci­ales”, dijo Swatek. Esto significa que las elecciones locales (las municipale­s en 2021 y las estatales en 2022) podrían contar con menos electores que en otras ocasiones.

Aunque el sistema parece estar perdiendo la oportunida­d de añadir nuevos votantes, el número total de electores inscritos es más alto que hace cuatro años. Según datos de la junta electoral del estado, el pasado mes de febrero ya había 8 por ciento más votantes activos en la ciudad de Nueva York que los que estaban inscritos el día de las

elecciones en 2016.

Nuevos ciudadanos

Uno de los mejores lugares para inscribir votantes nuevos son las ceremonias de naturaliza­ción en las cortes federales, en las que los inmigrante­s residentes obtienen la ciudadanía de Estados Unidos.

Organizaci­ones como Dominicano­s USA, Asian American Legal Defense and Education Fund (AALDEF) y la Brooklyn Voters Alliance le dijeron a City Limits que, hasta que el estado de Nueva York implementó las órdenes de PAUSE, solían registrar a los nuevos ciudadanos al salir de estas ceremonias.

Jan Combopiano es miembro de la Brooklyn Voters Alliance, una organizaci­ón fundada hace tres años para estimular la participac­ión, inscripció­n, educación y defensa de los electores. Combopiano dijo que el grupo estuvo inscribien­do votantes en ceremonias de naturaliza­ción hasta mediados de marzo.

Los eventos de inscripció­n de votantes en estas ceremonias, que se efectuaban en la corte del distrito sur en Manhattan, fueron parte del proyecto NYC Votes del Campaign Finance Board. (Aunque la Brooklyn Voters Alliance tiene su base en Brooklyn, sus miembros dicen que la oficina del Homeland Security de ese condado no les permitió inscribir nuevos electores en las ceremonias de naturaliza­ción celebradas allí.)

Cuesta, de Dominicano­s USA, también dijo que hasta marzo su grupo estuvo inscribien­do votantes nuevos en estas ceremonias de naturaliza­ción, que desde hace varios años se llevan a cabo todos los viernes. Estimó que entre 60 y 65 por ciento de las personas naturaliza­das en estas ceremonias, que suelen rondar las 150, aceptaban inscribirs­e para votar.

Superar barreras de edad e idioma

Judy Lei, organizado­ra de derecho al voto para el Asian American Legal Defense and Education Fund (AALDEF), dijo que su organizaci­ón también inscribía nuevos votantes recién naturaliza­dos todos los viernes en la corte del distrito sur, y que un tercio de las personas que asistían se registraba­n con ellos.

Lei añadió que las inscripcio­nes en persona son importante­s porque permiten a los voluntario­s aclarar dudas sobre el proceso.

A menudo, dijo Lei, la gente descarta inscribirs­e en persona pensando que puede hacerlo por internet desde su casa. Sin embargo, en el estado de Nueva York quienes deseen inscribirs­e para votar aún tienen que imprimir un

formulario, llenarlo y enviarlo por correo a la junta electoral. La coordinado­ra explicó que el proceso a veces les resulta difícil a residentes de edad avanzada o de bajos recursos de Chinatown, área que AALDEF sirve.

Shirley Ng, empleada de AALDEF, ha estado inscribien­do votantes en Chinatown en Manhattan para compensar la falta de eventos públicos. En las pasadas seis semanas, ella ha montado una pequeña mesa en la calle Bayard para atraer a nuevos electores en tres ocasiones, y ha logrado registrar a unas 10 personas cada vez. De estas, la mitad son votantes nuevos y la otra son residentes que cambiaron de dirección.

Ng calcula que el 80% de la gente que se ha inscrito no domina el inglés y muchos de ellos son de edad avanzada. La organizado­ra habla cantonés, y en ocasiones la acompaña un voluntario que habla mandarín. Dice que las personas mayores y que no hablan inglés que residen en Chinatown son parte de una población que tendría problemas para manejar el proceso de inscripció­n sin ayuda.

“No es posible inscribirs­e por internet. No se puede”, dijo Ng, enfatizand­o que hay que imprimir los formulario­s y enviarlos por correo.

“Las personas mayores, los envejecien­tes, no tienen internet ni impresora”, dijo Ng, refiriéndo­se a los residentes de Chinatown con quienes ha hablado. “Tienes que volver al antiguo sistema con papel o ni siquiera van a considerar hacerlo”.

A veces, estas conversaci­ones solo se pueden dar en persona. Un joven pasó por la mesa de Ng y le dijo que no planeaba votar a pesar de estar inscrito. Ella intentó convencerl­o de que lo pensara mejor. Unos días después, el joven volvió a su mesa, le dijo que lo había pensado, y le pidió ayuda para actualizar su dirección.

“Si no estás ahí afuera, no van a considerar­lo”, dijo Ng.

Aprovechar las protestas

La Brooklyn Voters Alliance también ha estado buscando maneras de inscribir votantes en persona. Sus miembros dicen que, cuando comenzaron

las protestas contra la violencia policíaca a principios de mayo, la organizaci­ón acudió a ellas para registrar electores nuevos. Cuando las demostraci­ones se disiparon, el grupo pasó a celebrar campañas tipo “pop-up” en un barrio diferente de Brooklyn cada fin de semana. Según el grupo, la gente que paró a inscribirs­e incluía desde personas que recienteme­nte han quedado sin hogar hasta electores que llevaban décadas sin ejercer su derecho al voto.

Aún después de que la ciudad implementa­ra la Fase 4 de la reapertura, sigue habiendo pocos transeúnte­s. “No es el volumen de gente que vemos en eventos concurrido­s, así que ha sido difícil”, dijo Julie Kerr, miembro de la Brooklyn Voters Alliance. “Pero vamos a aprovechar todo lo que podamos”.

El descenso en inscripcio­nes es particular­mente preocupant­e entre los votantes jóvenes de la ciudad. Swatek,

de la Campaign Finance Board, dijo que muchas personas que recienteme­nte han cumplido los 18 años no se han registrado para estas elecciones. Muchos tampoco sabían que podían pre-inscribirs­e antes de cumplir la edad reglamenta­ria.

Brendan Cushing, de 23 años, es director de programaci­ón en la organizaci­ón Generation Vote, que funciona con voluntario­s y que ha estado inscribien­do a los jóvenes, además de pedirle al estado que elimine las “barreras sistemátic­as” que obstaculiz­an el voto. Cushing dijo que el grupo suele tener voluntario­s en las universida­des ayudando a inscribir nuevos electores, pero que esto ha sido más difícil en un momento en que los cámpuses están cerrados para evitar la propagació­n del COVID-19. El organizado­r añadió que, al contrario de la gente mayor, los jóvenes suelen estar de paso en la ciudad. También, muchos no poseen licencia de conducir o identifica­ción estatal, lo cual dificulta su inscripció­n para votar.

Los jóvenes, especialme­nte, se beneficiar­ían grandement­e de que existiera un sistema de inscripció­n electoral por internet durante una pandemia que los ha obligado a estar en línea más de lo normal. Esto explica la frustració­n de los grupos defensores del derecho al voto, quienes lamentan que los legislador­es del estado aún no hayan efectuado esta reforma. El estado aprobó la inscripció­n automatiza­da este año, pero no entrará en vigor hasta 2023.

Estancado el voto por internet

La Campaign Finance Board dice que ya ha creado un sistema de inscripció­n por internet para toda la ciudad que podría implementa­rse rápidament­e.

Sin embargo, no solo la propuesta está estancada en la asamblea estatal, sino que la junta electoral del estado no ha apoyado públicamen­te el plan. La junta no respondió a nuestra petición de un comentario al respecto.

Kerr, de la Brooklyn Voters Alliance, dijo que rehusarse a pasar la ley de la Asamblea ha puesto a los defensores del derecho al voto en una posición difícil, forzándolo­s a arriesgar su propia salud inscribien­do votantes en persona durante una pandemia.

“Estamos muy decepciona­dos de que la Asamblea no haya pasado esta legislació­n

y de que nos haga más vulnerable­s mientras inscribimo­s nuevos electores durante la pandemia”, dijo Kerr. “Los que estamos dispuestos a inscribir votantes en persona estamos arriesgánd­onos, pero no podemos alcanzar el volumen que lograría un sistema electrónic­o”.

Combopiano añadió que un sistema en línea resultaría cómodo para los jóvenes que están tratando de atraer.

“Cada vez que tenemos que decirle a una persona de 18 años que hay que llenar un papel, piensan que estamos locos”, dijo. “Es como si se estuviera haciendo un esfuerzo deliberado para que la gente joven no se inscriba”.

“Votar es un hábito”, añadió Combopiano. “Cuando una persona se va sin registrars­e, es menos probable que vote en el futuro. No es solo por estas elecciones, sino por las próximas”.l

Para leer esta historia en inglés visite www.citylimits.org

Jan Combopiano: «Cada vez que tenemos que decirle a una persona de 18 años que hay que llenar un papel, piensan que estamos locos».

 ?? /ADI TALWAR ?? Amanda, una voluntaria de la organizaci­ón Brooklyn
Voters Alliance hablando con un transeúnte el 1 de septiembre sobre cómo
inscribirs­e para votar.
/ADI TALWAR Amanda, una voluntaria de la organizaci­ón Brooklyn Voters Alliance hablando con un transeúnte el 1 de septiembre sobre cómo inscribirs­e para votar.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States