Advierten sobre daños a grupos vulnerables con la nominada de Trump
Activistas proinmigración rechazan el perfil conservador de la jueza Amy Coney Barrett
Organizaciones sobre derechos civiles y de inmigrantes, así como expertos en procesos democráticos, rechazan la nominación de la jueza Amy Coney Barrett para la Suprema Corte, hecha por el presidente Donald Trump, al considerar que su agenda podría afectar a grupos vulnerables.
Los temas que más preocupan a los expertos son la atención médica, los derechos de la comunidad LGBTQ, los inmigrantes y el derecho a voto, los cuales fueron defendidos por la jueza Ruth Bader Ginsburg, quien murió de cáncer.
Aunque la jueza Barrett afirma que las “opiniones personales” de los jueces deben hacerse a un lado al momento de tomar decisiones, los expertos consideran que su historial ha demostrado la tendencia conservadora y de restricciones de derechos civiles.
Neera Tanden, directora ejecutiva del Center for American Progress Action Fund (CAPAF), consideró que la “urgencia” de los republicanos para suplir a la jueza Ginsburg pondría en riesgo a millones de personas, ya que una semana después de las elecciones, la Corte Suprema discutirá la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), que podría retirar protección a unos 20 millones de estadounidenses y afectar a 135 millones más con condiciones preexistentes.
Tanden agrega que el tema resulta más complejo, debido a los 7 millones de personas que, hasta el momento, han sigo contagiados de coronavirus y cuyas consecuencias en su salud los colocarían en la categoría de “personas con condiciones pre-existentes”.
“La agresión a nuestros derechos no se detiene en el ACA”, advierte la experta. “Esta nominada quiere revocar Roe versus Wade. Lideraría un ataque a los derechos de los trabajadores, el derecho a voto, los derechos de las personas con discapacidad, y pondría en peligro la garantía de igualdad que ha sido esencial para el progreso de las mujeres (y) el progreso LGBTQ”.
‘Asalto directo’
Señaló que el presidente Trump ha buscado que “sus jueces” sigan sus objetivos políticos, lo cual calificó como “un asalto directo a la legitimidad e independencia del Poder Judicial”.
El acelerado proceso para ocupar el espacio vacante, indicó, también “deja en claro que Trump está tratando de corromper la Corte”.
Cabe señalar que los republicanos, incluido el vicepresidente Mike Pence, han señalado que la elección del 3 de noviembre será especialmente complicada y, quizá, termine siendo decidida por el máximo tribunal, por lo que consideran necesario tener a todos sus jueces.
Sin embargo, los expertos consideran que el proceso es innecesariamente acelerado y destaca que el historial judicial de la jueza el rechazo de la mayoría de las organizaciones civiles.
“El respaldo de Barrett para desestimar los precedentes es extremadamente peligroso, particularmente para los derechos reproductivos y la igualdad LGBTQ”, acotó. “Por si eso no fuera suficiente, Barrett también ha emitido decisiones que reducen las protecciones para los trabajadores de color y los trabajadores mayores”.
Derechos de inmigrantes
Latino Victory Fund se sumó al rechazo, en voz de su presidenta y directora ejecutiva, Nathalie Rayes, quien calificó la decisión del presidente como “imprudente”.
“La imprudente decisión de Trump y del Senado republicano de apresurar esta confirmación va en contra de los deseos del pueblo estadounidense”, consideró.
“Los problemas que afectan la vida de millones de estadounidenses están en juego, incluido el acceso a la atención médica, la reforma migratoria y la protección de los soñadores, la igualdad LGBTQ y los derechos de voto”.
Rechazó que la posición de la jueza –actual parte del Séptimo Circuito de Apelaciones– no debería ser “un juego de poder” y que debería ser el ganador de la elección del 3 de noviembre quien tome la decisión.
La organización RAICES Action, que lucha por los derechos de inmigrantes, se sumó a las críticas, al considerar que la nominación de Barrett va en contra de las libertades que defendió Ginsburg, incluidas