Cuidados médicos
Conozco de primera mano, la necesidad desesperada de ampliar las opciones de cuidados médicos para el fin de vida.
He dedicado mi vida luchando por los derechos civiles, humanos y laborales, salarios más altos y mejores condiciones de trabajo para las mujeres, inmigrantes, trabajadores del campo y personas de bajos recursos, educando a nuestra gente para que reclame su autonomía por encima de sus cuerpos y de sus vidas. Una de mis experiencias más gratificantes ha sido defender a los latinos con enfermedades terminales que sufren de manera desproporcionada, por las disparidades en los cuidados médicos, así también como haber mejorado el acceso a las opciones de cuidados de fin de vida para morir pacíficamente, sin tener que sufrir un dolor innecesario.
Esta es una cuestión muy personal para mí porque vi a mi madre morir en agonía por un cáncer de mama. Conozco de primera mano, la necesidad desesperada de ampliar las opciones de cuidados médicos para el fin de vida.
En el 2015, me uní a Compassion & Choices, una organización sin fines de lucro, para que se aprobara el End of Life Option Act o Ley de Opción de Fin de Vida del estado. Esta ley autoriza la ayuda médica para morir, como una opción de cuidados médicos, para que los californianos con enfermedades terminales terminen suavemente con el sufrimiento insoportable, si así lo desean. l año pasado viajé a Nevada y a mi estado natal de Nuevo México, donde me reuní con defensores y legisladores para que apoyaran las medidas de ayuda médica para morir. Mi visita fue parte de una campaña educativa bilingüe nacional para ampliar las opciones de
Ecuidados de fin de vida en estos dos estados, al igual que en Nueva York y Nueva Jersey.
Prepararse para la muerte es ahora más crítico que nunca, especialmente porque nuestra gente latina y otras comunidades de color, se están muriendo a un ritmo desproporcionado por el coronavirus.
Disparidades en los cuidados de salud
Cómo latina, entiendo que estas pláticas de los cuidados para el fin de vida, no son temas de nuestro agrado, aún y cuando somos una comunidad con índices más altos de enfermedades potencialmente mortales tales como la diabetes. os latinos y afroamericanos también enfrentan más obstáculos para tener acceso y utilizar la gama completa de opciones de cuidados médicos para fin de vida, como los cuidados de hospicio, cuidados paliativos y la ayuda médica para morir. Estas disparidades se exacerban cuando los sistemas de salud crean obstáculos para que las personas no puedan obtener los cuidados de salud que desean, especialmente al final de la vida.
Platiquemos con nuestros médicos y seres queridos, con la esperanza de que los legisladores escuchen la voces de nuestra gente con enfermedades terminales, cuyo último deseo es morir pacíficamente.
¡Sí Se Puede!l
L
atacadas.
Según las cifras publicadas este domingo por Cuomo, la tasa de infección en los "puntos calientes" de Nueva York es de un 5,7%, mientras que en la ciudad de Nueva York la media desciende al 1,1%, y en el estado, excluyendo las zonas con brotes, es del 0,84%.
Cuomo informó además que cinco neoyorquinos murieron el sábado por coronavirus, aumentaron el número total de fallecidos hasta los 25.574, la cifra estatal más alta del país.
Má hospitalizaciones
Mientras las autoridades aumentaron su enfoque en prohibir las reuniones masivas en los puntos calientes de COVID-19 en la ciudad y a través del estado, el gobernador Andrew Cuomo anunció que 826 personas fueron hospitalizadas con el virus durante el fin de semana, el número más alto desde el 15 de julio.
"Vamos a concentrarnos
en trabajar todos nosotros ahora para asegurarnos de no retroceder en nuestro progreso duramente logrado", dijo Cuomo en un comunicado.
El obispo Nicholas DiMarzio, de la Diócesis Católica de Brooklyn, reconoció el fin de semana que los funcionarios de la iglesia "no tienen otra opción" que cumplir con las nuevas restricciones que limitan temporalmente el tamaño de las reuniones religiosas en los puntos calientes de COVID-19. Las restricciones limitan la asistencia a todos los lugares de culto al 25% de la capacidad, o un máximo de 10 personas.
La diócesis había demandado al estado en un tribunal federal esta semana, diciendo que el plan de Cuomo obligaría efectivamente a más de dos docenas de sus iglesias a cerrar sus puertas a pesar de que "han sido reabiertas durante meses en estricto cumplimiento de todas las directrices médicas y gubernamentales