La topografía decide la alineación a formar
César Farías, entrenador venezolano al frente de la selección de Bolivia, debió elegir. Sabe que apenas cinco de sus futbolistas militan en ligas del exterior y que con el torneo local paralizado por la pandemia del coronavirus había que racionar el esfuerzo.
Por eso armó dos equipos: Uno, de menos rodaje y experiencia, para visitar el llano brasileño; el otro, con la base del club The Strongest, acostumbrado a jugar a los 3,640 metros sobre el nivel del mar de de La Paz, para recibir a Argentina.
“Son partidos muy diferentes, en topografías diferentes”, dijo Farías tras la goleada sufrida en Sao Paulo por 5-0 ante la ‘Canarinha’.
Así, la diferencia en la topografía -- y no en el rival -parece ser la razón principal para haber dejado en La Paz a cuatro de los cinco jugadores que militan en el extranjero, más siete del plantel de
The Strongest al mando de su ayudante, Pablo Escobar.
Los cuatro ‘foráneos’ que no viajaron a Sao Paulo y permanecieron en la altura son Alejandro Chumacero (Puebla, México), Jaumé Cuéllar (SPAL, Italia), Boris Céspedes (Servette, Suiza) y el histórico goleador de ‘La Verde’, Marcelo Martins (Cruzeiro, Brasil).
“A los jugadores ‘foráneos’ los trajimos para el partido en La Paz, porque sabemos de las dificultades que entraña jugar allí y el tiempo de adaptación”, agregó el venezolano.
El plantel del país del altiplano, además, no cuenta con futbolistas de los clubes Bolívar y Jorge Wilstermann, que disputan la Copa Libertadores, así como de Oriente Petrolero. Los tres están divididos: hay un grupo de seis, llamado ‘G6’, que pide la “reinstitucionalización” de la Federación Boliviana de Fútbol luego de la muerte por coronavirus del anterior presidente, César Salinas, lo cual limita aun más a Farías.