BARRET: AMENAZA PARA OBAMACARE
En sus declaraciones iniciales durante la primera audiencia para considerar su nominación a la Suprema Corte de Justicia, Amy Coney Barrett dijo que, aunque ha sido nominada para llenar la vacante que dejó Ruth Bader Ginsburg, nadie podrá tomar su lugar y agregó que estará por siempre agradecida por el camino que la fallecida magistrada marcó y la vida que llevó.
Barrett tiene razón en indicar que nadie podrá llenar el vacío que dejó Ginsburg. Ningún otro magistrado hizo tanto por terminar con la discriminación y defender la igualdad de género.
Sus decisiones beneficiaron de manera muy especial a las mujeres pertenecientes a las minorías, que son las que enfrentan más obstáculos para tener un acceso igualitario a las oportunidades de educación y trabajo. Ginsburg también fue una ferviente defensora de los inmigrantes y del medio ambiente.
Pero, como bien señalaron los senadores demócratas que la interrogaron, las posturas de Barret no solamente están totalmente alejadas de la filosofía de Ginsburg, sino que representan una seria amenaza a su legado en una amplia diversidad de temas, desde los controversiales derechos al aborto y al matrimonio igualitario hasta las restricciones para el uso y compra de armas.
Aunque los demócratas saben bien que no tienen los votos suficientes para impedir la nominación de Barrett, una jueza conservadora de 48 años que trabajó muy de cerca con el fallecido Antonin Scalia, han enfocado sus baterías en lo que constituye el mayor riesgo de que sea confirmada: la eliminación de la Ley de Atención Médica.
Desde que esa ley se aprobó durante la administración de Obama, los republicanos se han opuesto radicalmente a ella y el presidente Trump ha intentado sin éxito cancelarla por completo, bajo el argumento de que forzar a los ciudadanos a comprar un seguro médico viola sus derechos constitucionales.
La Suprema Corte ha declarado que la ley es constitucional, pero ha eliminado la cláusula que obliga a la adquisición de un seguro médico.
A los republicanos les urge confirmar a Barrett porque el 10 de noviembre la Suprema Corte tiene previsto considerar nuevamente la vigencia de Obamacare que, a pesar de que ha sido muy debilitada, aún ofrece cobertura médica a unos 23 millones de estadounidenses.
Los esfuerzos de los republicanos por confirmar a Barrett y anular Obamacare constituyen una muestra más de su insensibilidad hacia los temas que realmente preocupan al electorado de este país, especialmente a los sectores más vulnerables.
El intento de eliminar la Ley de Atención Médica en estos momentos en que la pandemia del Covid-19 ha cobrado la vida de casi 220 mil personas es sencillamente inhumano.
Tal parece que tanto en la Casa Blanca como en el Congreso los republicanos han perdido el rumbo y por ello es casi seguro que pierdan las elecciones de noviembre.
Los sondeos a nivel nacional indican que la ventaja de Biden sobre Trump es, en promedio, de 12 puntos. Y si logran su propósito de confirmar a Barrett, ese porcentaje será aún mayor.l