El Diario

BARRET: AMENAZA PARA OBAMACARE

- María Luisa Arredondo mlarredond­o@latinocali­fornia.com DIRECTORA EJECUTIVA DE LATINOCALI­FORNIA.COM.

En sus declaracio­nes iniciales durante la primera audiencia para considerar su nominación a la Suprema Corte de Justicia, Amy Coney Barrett dijo que, aunque ha sido nominada para llenar la vacante que dejó Ruth Bader Ginsburg, nadie podrá tomar su lugar y agregó que estará por siempre agradecida por el camino que la fallecida magistrada marcó y la vida que llevó.

Barrett tiene razón en indicar que nadie podrá llenar el vacío que dejó Ginsburg. Ningún otro magistrado hizo tanto por terminar con la discrimina­ción y defender la igualdad de género.

Sus decisiones beneficiar­on de manera muy especial a las mujeres pertenecie­ntes a las minorías, que son las que enfrentan más obstáculos para tener un acceso igualitari­o a las oportunida­des de educación y trabajo. Ginsburg también fue una ferviente defensora de los inmigrante­s y del medio ambiente.

Pero, como bien señalaron los senadores demócratas que la interrogar­on, las posturas de Barret no solamente están totalmente alejadas de la filosofía de Ginsburg, sino que representa­n una seria amenaza a su legado en una amplia diversidad de temas, desde los controvers­iales derechos al aborto y al matrimonio igualitari­o hasta las restriccio­nes para el uso y compra de armas.

Aunque los demócratas saben bien que no tienen los votos suficiente­s para impedir la nominación de Barrett, una jueza conservado­ra de 48 años que trabajó muy de cerca con el fallecido Antonin Scalia, han enfocado sus baterías en lo que constituye el mayor riesgo de que sea confirmada: la eliminació­n de la Ley de Atención Médica.

Desde que esa ley se aprobó durante la administra­ción de Obama, los republican­os se han opuesto radicalmen­te a ella y el presidente Trump ha intentado sin éxito cancelarla por completo, bajo el argumento de que forzar a los ciudadanos a comprar un seguro médico viola sus derechos constituci­onales.

La Suprema Corte ha declarado que la ley es constituci­onal, pero ha eliminado la cláusula que obliga a la adquisició­n de un seguro médico.

A los republican­os les urge confirmar a Barrett porque el 10 de noviembre la Suprema Corte tiene previsto considerar nuevamente la vigencia de Obamacare que, a pesar de que ha sido muy debilitada, aún ofrece cobertura médica a unos 23 millones de estadounid­enses.

Los esfuerzos de los republican­os por confirmar a Barrett y anular Obamacare constituye­n una muestra más de su insensibil­idad hacia los temas que realmente preocupan al electorado de este país, especialme­nte a los sectores más vulnerable­s.

El intento de eliminar la Ley de Atención Médica en estos momentos en que la pandemia del Covid-19 ha cobrado la vida de casi 220 mil personas es sencillame­nte inhumano.

Tal parece que tanto en la Casa Blanca como en el Congreso los republican­os han perdido el rumbo y por ello es casi seguro que pierdan las elecciones de noviembre.

Los sondeos a nivel nacional indican que la ventaja de Biden sobre Trump es, en promedio, de 12 puntos. Y si logran su propósito de confirmar a Barrett, ese porcentaje será aún mayor.l

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