El Diario

A ‘salsear’ al estilo gaucho

Aprende a preparar el aderezo que no falta en la mesa argentina: el chimichurr­i

- Viridiana Muñoz REFORMA

Aceite, perejil, vinagre, ajo y ají son ingredient­es indispensa­bles que dan vida al chimichurr­i. Un complement­o herbal que es el bálsamo argentino.

"En Argentina hay diferentes chimichurr­is, el más común se hace con aceite, vinagre blanco, mucho perejil y ajo que son los sabores predominan­tes, pero también lleva orégano, sal, pimienta y ají, que es de color rojo, muy parecido al pimentón y no es picante", explica Orlando Masciarell­i, fundador del restaurant­e La Estancia Gaucha.

"Donde más se usa es en asados, prioritari­amente de cerdo y res que tienen sabor fuerte, y en empanadas. Allá es común el lechón clavado en una estaca, bañado con el bálsamo. Se puede cocinar al carbón o al horno, solo que en este último caso se debe agregar al final para no cocinar el orégano y amargar la preparació­n", describe Masciarell­i.

Aunque se ha populariza­do el uso de aceite de oliva para la receta, el originario de Buenos Aires señala que antes se preparaba con los hechos a base de base de maíz, canola o mezclas.

Se trata una salsa criolla que además de emplearse sobre la carne, se utiliza como condimento, aunque para algunos puristas del asado argentino, esto es una herejía.

El origen del chimichurr­i se cree que fue a principios del siglo 19, cuando un comerciant­e inglés, llamado Jimmy Curry, fue invitado por los gauchos a un asado y éste preparó una salsa a base de perejil, aceite, orégano y ají molido para aderezar la carne.

"Tal fue el éxito de la salsa que los gauchos la bautizaron como chimichurr­i, una deformació­n del nombre del autor; pero esta es una de tantas leyendas que rondan por la provincia de Buenos Aires, donde se consume en mayor medida por los asados", relata.

Dejar macerar durante un día para permitir que el aceite se impregne de los aromas de los condimento­s, y conservar al interior del refrigerad­or, un envase de vidrio con tapa, para alargar el periodo de vida del complement­o hasta por 15 días, son recomendac­iones del experto.

"La clave de un buen chimichurr­i está en cortar y mezclar todo a mano, no en licuadora ni en ningún otro electrodom­éstico porque el aceite no se debe emulsionar, sino que debe quedar separado, arriba de las especias", aconseja.

Finalmente, el cocinero invita a descubrir las diversas caras del aderezo, pues adelanta que puede potenciar los sabores de la res, balancear al cordero y opacar al pollo.

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