EL PAYASO Y EL POLÍTICO
Es difícil entender de qué le sirve a los votantes tener a cada uno de los candidatos presidenciales respondiendo preguntas de la gente a la misma hora, en distintas cadenas de televisión. La única explicación radica en el grado de desesperación del presidente Donald Trump en una reelección que parece írsele de las manos .
Que quede claro: no estamos pronosticando ni implicamos que el demócrata Joe Biden vaya hacia una victoria. Sería irresponsable y no haber aprendido la lección de hace cuatro años para caer en esa trampa. Pero las encuestas son distintas a las de Hillary Clinton y las finanzas de campaña del presidente está muy por debajo de su rival. Estas son algunas señales para preocupar a la Casa Blanca.
Una indicio de que su campaña va sin rumbo es querer convertir al hijo de Biden, Hunter, en un motivo para no votar por el padre. Trump acusa al vicepresidente de corrupto porque supuestamente hubo una reunión entre el demócrata y un ejecutivo de la empresa donde estaba Hunter. Nada más.
Posiblemente, no va a resultar la táctica de señalar la paja de la corrupción en el ojo ajeno cuando Trump tiene un tronco en el suyo.
Los votantes de la tercera edad que respaldaron al republicano en 2016 hoy le están dando la espalda, desencantados por el manejo del presidente de la pandemia de coronavirus. La vida de ellos estaba en peligro cuando Trump restaba importancia al virus.
Ahora la Casa Blanca piensa gastar 8,000 millones de Medicare para una tarjeta con descuentos a los jubilados antes de la elección. También estaba la campaña de 300 millones de dólares de información pública para “derrotar la desesperación” ante la pandemia. Esta fracasó cuando los participantes entendieron que era una propaganda electoral, con el mensaje de que “todo está bien”.
A menos de tres semanas de la elección, su gobierno compró productos a los granjeros que se distribuyen en cajas de comida para las escuelas. Una carta firmada por Trump, reafirmando su interés por el bien general acompaña cada una.
Es común que los presidentes tengan el beneficio de la presidencia, pero no hubo nadie que realice mítines dentro de la Casa Blanca. De igual manera, están las promesas de los políticos pero hay un largo trecho entre el insulto a Puerto Rico y ofrecerle 13,000 millones de dólares durante la elección.
El Presidente parece dar manotazos de ahogado. Trump compite hoy con Biden en la TV para mostrar que tiene mejores rating televisivos, como si eso ayuda a los votantes o determina las habilidades de liderazgo.
El mandatario pudo haber dejado que el demócrata sea el centro de atención con la esperanza de capitalizar un error. Su ego no se lo permitió. Ni la desesperación de mostrar que le puede ganar en algo. Incluso cuando se sabe que el payaso suele tener más audiencia que el político.
Manotazos
«El Presidente parece dar manotazos de ahogado. Compite con Biden para mostrar que tiene mejores ratings televisivos como si eso ayudara a los votantes a tomar su decisión.»