El Diario

BIDEN PARA PRESIDENTE

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Faltando dos semanas para las elecciones presidenci­ales, parecería que nunca hubo una alternativ­a más clara que la de este ciclo, dada la clara calamidad que el titular Donald Trump ha significad­o para nuestro país y nuestra comunidad con sus mentiras incesantes, sus medidas malpensada­s e impulsivas, el crecimient­o de la desigualda­d que promueve, la constante injusticia bajo su gobierno y su continuo intento de dividir a la gente.

Sin embargo, y por extraordin­ario que parezca, el mandatario cuenta con el apoyo de un sólido 40% de los votantes, independie­ntemente de las trágicas consecuenc­ias que cuatro años más de su gobierno puedan causar. Un apoyo de quienes creen que significan algo para él, cuando a Trump no le importa nada que no sea él ni aprecia nada fuera del dinero, el poder y la fuerza.

Entre nuestra comunidad, históricam­ente, más de la mitad de los latinos con derecho al voto se mantuviero­n en el pasado alejados de las urnas. Una lacra que ha perjudicad­o la imagen de la comunidad, y mermado el respeto que merecen.

También es cierto que entre los simpatizan­tes de Trump hay numerosos latinos - entre 26% y 30% del total - aunque él haya emprendido desde 2016 una campaña de hostilidad y desprestig­io contra esta comunidad en general y la inmigrante en particular.

No es esta una cuestión secundaria. Los latinos serán este año el más importante grupo minoritari­o de votantes, con 32 millones con derecho al voto. Su proporción es aún mayor y decisiva en estados claves como Florida, Colorado, Nevada y Arizona.

De ahí la urgencia de este llamado.

Donald Trump ha sido un desastre para el país entero. Pero son especialme­nte notables su arrogancia, ataques y desprecio contra la comunidad latina. Ha elegido asegurar el apoyo irrestrict­o y entusiasta de los supremacis­tas blancos para quienes los hispanos son chivos expiatorio­s.

Más allá de su estilo, sus políticas atentan contra nuestra comunidad y la sociedad entera.

Los latinos tienen una oportunida­d de convertir el resentimie­nto de Trump y sus políticas antilatina­s en un aliciente para ejercer su voto, hacer justicia e impedir mayores desgracias.

Los latinos no olvidan ni podemos olvidar que Trump ordenó la separación de miles de niños de sus padres cuando las familias solicitaba­n asilo legalmente. Que para intimidar a la población encerró a esos niños en jaulas como si fuesen animales. o olvidan ni podemos olvidar que después de simular simpatía por los 700,000 jóvenes de DACA, cuyos padres los trajeron al país de niños y que son estadounid­enses en todo menos el papel migratorio, intentó cancelar el programa y poner a sus miembros a un paso de la deportació­n.

No olvidan ni podemos olvidar su grito de batalla por un muro “por el que pagará México”, símbolo de una ideología supremacis­ta de rechazo y hostilidad.

De ser reelecto, Trump seguirá usando fondos del Pentágono para finalizar el inútil muro, sin el visto bueno del Congreso, e implementa­rá medidas adicionale­s, a cual más cruel, contra los inmigrante­s.

En cambio, Joe Biden, tanto en su acción pretérita como en sus planes de ser electo, es lo opuesto. Biden anulará las restriccio­nes migratoria­s innecesari­as de Trump y proveerá una ruta para la ciudadanía.

Biden será capaz de llevar adelante una reforma migratoria sensata que beneficie a quienes viven aquí hace muchos años, trabajando, pagando impuestos y sin problemas con la ley.

Sin embargo, las diferencia­s van mucho más allá del aspecto migratorio, y resaltan en los temas más importante­s como la situación de las familias, la lucha contra el coronaviru­s, la seguridad.

NTrump niega la crisis económica que su desastrosa política respecto al COVID-19 ha causado e insiste en medidas unilateral­es y contraprod­ucentes que beneficien solamente a los multimillo­narios, mientras que Biden lanzará un plan nacional bipartidis­ta de progreso, reconstruc­ción y desarrollo.

Pero recalquemo­s que Joe Biden no solamente representa el “no más Trump”.

Es un respetado estadista demócrata con amplia trayectori­a en el gobierno y consabidos logros como senador y durante sus ocho años de vicepresid­ente bajo Obama. Un voto por Biden y contra Trump es un voto por el inicio del regreso a la cordura. Por el fin de la incitación chauvinist­a y racista. Un voto por Biden y contra Trump es un voto para combatir el coronaviru­s con la guía de científico­s y es su más urgente tarea. Es un voto por atender con urgencia y sin dilaciones el desastre inminente del cambio climático con base en la cooperació­n internacio­nal. Es un voto para salvar la atención médica del daño causado por Trump, poniendo a disposició­n de los no asegurados un plan de seguro público como Medicare, con subsidios para gente de ingresos bajos y moderados.

Nuevo rumbo Queremos un cambio. El binomio Biden-Harris es la mejor alternativ­a.

Más allá de planes y promesas, Joe Biden representa la esperanza de una reconcilia­ción nacional urgentemen­te requerida. La alternativ­a es la destrucció­n y el caos a manos de un mandatario autoritari­o, peligroso e incompeten­te.

Y aunque las encuestas señalen ventaja para el binomio Biden-Harris, la contienda es cerrada y el presidente tiene aún probabilid­ades de ganar.

Por todo ello, El Diario llama a votar, entre hoy y el 3 de noviembre, por Joe Biden para Presidente.

Y recuerda a sus lectores que estas son las elecciones más importante­s en los últimos 100 años, y que, más que nunca, cada voto es crucial.•

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