Cirugías plásticas y tratamientos estéticos viven un “boom”
Los videos en Zoom aumentaron el número de personas recurriendo a arreglos físicos
Las hermanas Marcia y Susan Gilles viven juntas en Miami Beach, donde durante las primeras semanas de la pandemia compartieron la frustración de descubrirse defectos físicos en las videollamadas por la plataforma Zoom, que se convirtió en la favorita de los profesionales que la usaban para seguir conectados con sus compañeros de trabajo.
“Eso de estarse viendo día tras día, hora tras hora da para mucha autocrítica”, reconoció Marcia, una abogada de 30 años, quien había resistido la “presión social” de aplicarse bótox, hasta que se descubrió unas “arruguitas” al ver la pantalla.
Susan, de 33, se había hecho un aumento de senos hacía una década y comenzó a preocuparse con las publicaciones en las redes sociales de algunas de sus artistas favoritas, como la mexicana Salma Hayek que dijo haberse retirado los implantes.
“Con el encierro me empecé a preocupar casi obsesivamente”, admitió.
En cuanto las autoridades la ciudad, situada al sur del estado de Florida, autorizaron la apertura de los centros de estética y las operaciones electivas en mayo, las dos corrieron a solucionar “nuestros problemas y claro, uno siempre termina haciéndose más”, reconocieron.
Hoy en día, las Gilles forman parte del “boom” que disde frutan esteticistas y cirujanos plásticos en Estados Unidos donde, según un informe de la Asociación Estadounidense de Cirugía Plástica, los tratamientos de belleza han registrado este año un alza del 68 % con respecto al 2019.