DEJA UN LEGADO OSCURO
En mi columna del 29 de junio de 2015, apenas unos días después de que Donald Trump anunció su candidatura, mencioné que la posibilidad de que este hombre llegara a la presidencia era el equivalente a entregarle un fusil cargado a un chimpancé, dentro de una habitación cerrada llena de gente. Fue mucho peor.
Lo que este sujeto deja como “legado” es una tragedia de grandes proporciones. La prioridad hoy para el presidente electo Joseph Biden y para el pueblo estadounidense en general debe ser mitigar la acción de la pandemia del coronavirus que al día de hoy se ha llevado a casi 237,000 estadounidenses. Y mientras estábamos distraídos con el resultado electoral, las infecciones han llegado mas o menos a 130,000 por día; y las muertes a casi 1,200 por día.
Como consecuencia del mal manejo de la pandemia, la economía está en números rojos. El desempleo se encuentra en 6.9%; el déficit presupuestario ha aumentado en un 36% durante estos 4 años; los niveles de pobreza han aumentado en varios puntos en pocos meses. Sin embargo, estos son problemas que con una buena política sanitaria y económica pueden ser resueltos. Lamentablemente las vidas que se han perdido ya no se pueden recuperar.
El daño ocasionado por Trump es muy profundo. Estos cuatro años han representado una absoluta degradación de las instituciones democráticas. Este hombre se ha dado el lujo de politizar hasta niveles de vergüenza al departamento de justicia, a la inspectoría general, a las cortes, etc. Mucho mas grave,
Trump
El reclamo de fraude que pregona no tiene ningún fundamento.
ha llegado inclusive al extremo de simplemente ignorar las resoluciones judiciales, incluidos los dictámenes de la corte suprema federal.
En lo humano y social, Trump ha sembrado odio, divisionismo, misoginia, racismo, la mentira como norma, enfrentamiento, intolerancia, inseguridad, desconfianza, inclemencia, y podría seguir incansablemente mencionando todas las bajezas humanas posibles.
Esta es la parte mas difícil de remendar.
El tío Joe tiene una ardua labor por delante. Reparar la desgarrada fibra social estadounidense no va a ser fácil. Recuperar la confianza social en la independencia de las prostituidas instituciones democráticas tampoco.
Donald Trump fue el peor error en la historia política de los Estados Unidos. Llegó el momento de comenzar a corregirlo. l pueblo estadounidense ha votado y ha decidido. Sin embargo, luego del resultado, el chimpancé clama un fraude inexistente y sigue con el fusil en las manos. El liderazgo republicano tiene la obligación de desarmarlo y hacerle entender que su tiempo ha terminado en la Casa Blanca.
Que satisfacción poder escuchar otra vez a un presidente con un nivel de gramática superior a tercer grado de escuela; y en lo personal, poder volver utilizar la palabra presidente en mis columnas.l
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