Trump sigue enfocado en las demandas legales sin reconocer su derrota
e incluso Melania Trump publicó un tuit en el que pidió que se cuente "cada voto legal" y llamó a proteger la democracia del país con "total transparencia".
Los medios, sin embargo, se han reafirmado en esas informaciones que, según la cadena de televisión ABC News, implican que la práctica totalidad del círculo íntimo de Trump es "plenamente consciente" de la derrota y que el problema radica en cómo convencer al presidente de que haga "una salida elegante".
Trump continúa recaudando fondos
Sin pruebas de sus alegaciones, la campaña de Trump no ha dejado de recaudar fondos para sufragar las demandas destinadas a que no se contabilicen los votos por correo que llegaron después del cierre de los colegios electorales, aunque el matasellos muestre que fueron emitidos a tiempo, y para pedir recuentos en estados clave.
El problema es que en ningún caso ha habido denuncias de las irregularidades masivas que alega Trump, y que un recuento de votos no debería dar resultados muy diferentes a los anunciados.
A eso se une la complejidad de que las quejas implican a varios estados, no como ocurrió con Florida en 2000, donde tras un caótico proceso de recuento el candidato demócrata, Al Gore, admitió la victoria de George W. Bush por una ventaja de 537 votos.
La campaña de Trump ha anunciado demandas contra las autoridades electorales de Pensilvania, el estado que le dio la victoria a Biden, así como el equipo que se encargará de supervisar el recuento de votos en Georgia, donde con el escrutinio prácticamente concluido Biden aventaja al presidente saliente por unos 10.000 votos.
Aunque el silencio es abrumador entre los republicanos, ya hay congresistas que le han dado la espalda a la estrategia de Trump poner en duda la fiabilidad del proceso electoral.
Es el caso de los senadores Mitt Romney, uno de los habituales críticos de Trump dentro del partido, y Lisa Murkowski, quienes felicitaron a Joe Biden por su victoria electoral, como también hizo ya el expresidente republicano George W. Bush.
Por su lado, y pese a su silencio, Trump ha dado nuevas señales de su cerrazón y de que no está dispuesto a facilitarle las cosas a Biden, quien ya está componiendo su futuro Gobierno y preparando medidas para afrontar los problemas más acuciantes del país, como el coronavirus o la recesión económica.l
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