¿Son las calculadoras buenas o malas para ayudar a aprender matemáticas?
Si recuerda que sus maestros y padres le dijeron que no confiara demasiado en las calculadoras, es posible que se sienta inclinado a transmitir la misma mentalidad a sus propios hijos.
Estos son algunos de los pros y los contras de usar calculadoras para dominar las materias STEM:
Adaptación a un mundo cambiante:
las herramientas tecnológicas están en constante evolución, con capacidades ampliadas con cada nueva actualización o modelo. Ser capaz de navegar con éxito por estas herramientas y plataformas a lo largo del tiempo es fundamental, y las calculadoras no son una excepción. De hecho, en muchas aulas de matemáticas y ciencias, las calculadoras juegan un papel central en los planes de lecciones e incluso pueden usarse durante los exámenes. Poder usar una calculadora cómodamente le dará a su hijo una ventaja académica. Además, los niños de hoy son nativos digitales. Darles un recurso que les resulte familiar puede ayudarlos a acercarse a las matemáticas.
no hay duda de que comprender realmente cómo se llega a los cálculos es fundamental, y esto significa que se necesitará algo de aprendizaje
Velocidad y precisión:
inicial sin usar una calculadora. Esto es especialmente cierto cuando un estudiante está aprendiendo aritmética básica por primera vez. Sin embargo, una vez que un estudiante ha alcanzado cierta habilidad o comprende las razones por las que se necesita una ecuación en particular para un problema dado, no hay necesidad de negarle una herramienta a la que tendría acceso “en el mundo real”. Tener una calculadora a mano puede ayudarlos a aplicar sus conocimientos, contribuyendo a una comprensión más amplia de las matemáticas y permitiéndoles verificar rápidamente