El Diario

Tom Brady se acerca a su séptimo campeonato

- EFE GREEN BAY, WISCONSIN

Tom Brady, quarterbac­k de los Buccaneers de Tampa Bay, reconoció después de haber alcanzado el boleto al Super Bowl LV, tras vencer como visitantes (26-31) a los Packers de Green Bay, que su único objetivo es llevarse el trofeo Vince Lombardi.

El legendario pasador tiene a su favor el campo, ya que el partido se jugará en el estadio Raymond James de Tampa, Florida, aunque el rival serán nada menos que los Chiefs de Kansas City, actuales campeones defensores.

Los Buccaneers se convertirá­n en el primer equipo en la historia de la NFL que jugará el Super Bowl en su propio estadio, algo que hizo resaltar el propio Brady cuando salía del Lambeau Field, donde ganó por primera vez como profesiona­l. Brady se dirigió a su compañero de equipo, el liniero Devin White, con el grito: “¿A dónde vamos? ¡Nos vamos a casa!”.

Tampa Bay no había estado en la postempora­da en 13 años ni había ganado un juego de playoffs en casi dos décadas, cuando el reinado de Brady con los Patriots de Nueva Inglaterra acababa de comenzar; sin embargo, el equipo sorprendió con el fichaje del quarterbac­k cuando dijo que dejaba a los Patriots y, ahora, recogen el fruto de esa decisión que para muchos era arriesgada y poco productiva al darle un contrato garantizad­o por dos años y 55 millones de dólares.

“Ha sido un gran viaje hasta ahora. Pusimos el trabajo. Los muchachos simplement­e aceptaron todo. Hubo muchas cosas geniales que estaban sucediendo, muchos jugadores jóvenes excelentes. Me motivaron, tomé una decisión de trabajar todos los días con este grupo de profesiona­les”, apuntó Brady, quien será el jugador más veterano que compita en cualquier posición en un Super Bowl.

Muchos sintieron que dejar a su entrenador de toda la vida, Bill Belichick, e irse a los Bucs era el mayor riesgo profesiona­l de la carrera de Brady.

Para empeorar las cosas, el veterano no tuvo pretempora­da para trabajar con su nuevo entrenador en jefe, Bruce Arians, y el coordinado­r ofensivo, Byron Leftwich, para adaptarse a un nuevo sistema debido al COVID-19.

“Estuvimos 7-5 hace siete partidos, no nos sentimos muy bien. Sentimos que necesitába­mos encontrar nuestro ritmo. Jugamos cuatro partidos en la recta final de la temporada y, luego de eso, fue todo un bien”, comentó Brady, quien disputará el décimo Super Bowl de su carrera profesiona­l y buscará su séptimo título de campeón.

Brady subrayó que “los compañeros lo lograron. Todos aceptaron el desafío ... Se necesita a todos, y todos juegan un papel. Estoy muy orgulloso de todo este equipo y tengo la suerte de ser parte de él”.

“Ha sido un gran viaje hasta ahora. Pusimos el trabajo. Los muchachos simplement­e aceptaron todo. Hubo muchas cosas geniales que estaban sucediendo, muchos jugadores jóvenes excelentes. Me motivaron”

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/EFE. Tom Brady (12) jugará su décimo Super Bowl, pero el primero con los Buccaneers, luego de disputar nueve y ganar seis como quarterbac­k de los Patriots de Nueva Inglaterra.

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