Prueba rápida
Aunque los hogares de ancianos de Nueva York tienen luz verde desde ayer para recibir visitas familiares, algunas reglas de prevención hacen imposible para gran parte de estos centros programar citas, debido a la pauta que establece que si alguien en alguna de estas instalaciones es diagnosticado con COVID-19, no se dará acceso a absolutamente nadie en un plazo de 14 días.
Durante la mayor parte de la pandemia, la prohibición de visitas se extendió a 28 días, en caso de que algún residente o trabajador resultara positivo en coronavirus, pero el estado relajó la restricción a dos semanas. Aún así, la posibilidad de que centenares de ancianos reciban a sus seres queridos, tiende la prologarse.
“Hemos pulsado muchas historias y hay familias desconsoladas, porque realmente a pesar de los anuncios oficiales nada cambió”, reaccionó Vivian Rivera portavoz de la organización Voces de Ancianos en Nueva York.
El colombiano Jesús Cruz y su esposa, esperaban por las pautas de las visitas en un hogar de ancianos en Kew Garden en Queens. Y no será posible el añorado encuentro, sino hasta el próximo miércoles.
“En efecto en el asilo en donde está internada mi suegra, que ya tiene 88 años, es
Se recomienda encarecidamente a los visitantes que realicen una prueba rápida antes de ingresar a una instalación.
pequeño. Y todo es más controlable. Cuando llamamos nos dieron la opción de visita para la próxima semana, porque todavía tienen que hacer una adecuación. Tenemos ya cuatro meses exactos sin verla. ¡Esto es horrible!” comentó Cruz.
El proceso de las citas entran en un “cuello de botella” para algunos centros de acuerdo a sus dimensiones, pues las pautas de las Autoridades de Salud detallan que solo se permite un 20% de visitantes de la capacidad en el interior.
Medios locales reseñaron cómo en asilos de gran capacidad de todo el estado será imposible reabrir a las ansiadas visitas en meses.
Por ejemplo, Stewart Almer, presidente y director ejecutivo del Gurwin Healthcare System, que opera el Hogar de Ancianos Judíos Gurwin en Commack, dijo que la instalación no abrió a los visitantes ayer.
“Con 800 empleados y 460 residentes, matemáticamente, las probabilidades de que alguna vez lleguemos a las visitas, son muy escasas mientras se mantenga la regla de los 14 días”, expresó.l