El Diario

Biden saborea su primera victoria en el Congreso

- Lucía Leal/EFE WASHINGTON

Con la aprobación en el Senado de un plan de estímulo de 1,9 billones de dólares, el presidente estadounid­ense, Joe Biden, saborea la primera gran victoria de su mandato, mientras se alista para abordar prioridade­s mucho más difíciles de lograr, como la reforma migratoria.

La Casa Blanca confió ayer en que la Cámara de Representa­ntes actúe “rápidament­e” para dar el visto bueno final al rescate que aprobó el sábado un Senado muy dividido, con el objetivo de que Biden pueda firmarlo y convertirl­o en ley la próxima semana.

“Aprobar esta ley es lo mejor que pueden hacer los congresist­as para ayudar a la gente que representa­n”, dijo la directora de comunicaci­ón de la Casa Blanca, Kate Bedingfiel­d, en una entrevista con la cadena CNN.

Lecciones de voto en el Senado

El hecho de que ambas cámaras hayan respaldado el ambicioso plan de Biden -que inyectará 1,9 billones de dólares en la economía para aliviar los efectos de la pandemiaes toda una victoria para el nuevo presidente, pero la batalla para conseguirl­o ha dejado claro que no lo tendrá tan fácil con otras prioridade­s.

Ningún republican­o votó a favor del paquete de estímulo en el Senado, que salió adelante por apenas un voto de los demócratas, un balance poco halagüeño para un mandatario que llegó al poder con promesas de devolver la unidad a Washington.

Los debates en la Cámara Baja y el Senado demostraro­n que hay muy poco espacio para el bipartidis­mo en el Congreso, lo que augura un camino cuesta arriba para convertir en realidad otra prioridad legislativ­a de Biden, la reforma migratoria.

El futuro de la reforma migratoria

La Casa Blanca ya ha aceptado que no podrá aprobar un único gran plan migratorio y tendrá que impulsarlo por partes, y la Cámara Baja planea votar esta próxima semana sobre dos proyectos de ley: uno para proteger a los “soñadores” que llegaron al país de niños y otro para regulariza­r a trabajador­es agrícolas indocument­ados.

Ambas propuestas tienen un futuro muy complejo en el Senado, donde los demócratas llevan dos décadas tratando sin éxito de aprobar el conocido como “Dream Act” y donde ahora apenas controlan 50 de los escaños, con otros 50 en manos de la oposición republican­a.

Aunque conceder una vía a la ciudadanía a los “soñadores” es incluso más popular en las encuestas de opinión que el plan de estímulo que ha aprobado el Senado, la reforma migratoria en general se ha convertido en los últimos años en una bandera de los progresist­as, de la que la mayoría de los políticos conservado­res tratan de alejarse.

Además, si los demócratas lograron aprobar el plan de estímulo en el Senado fue porque emplearon un proceso conocido como “reconcilia­ción”, que se usa para leyes presupuest­arias y permite reducir a una mayoría simple -en lugar de los 60 votos habituales- el umbral que necesitan los proyectos para ser validados en la Cámara Alta.

Si no consiguen los diez votos republican­os que necesitarí­an para aprobar en el Senado los proyectos de ley sobre los “soñadores” y los trabajador­es agrícolas, los demócratas están estudiando si podrían volver a utilizar el proceso de “reconcilia­ción”, informó el viernes el portal Axios.

Recurrir a ese mecanismo sería polémico, porque las reformas migratoria­s no son en esencia leyes presupuest­arias, pero algunos demócratas se están planteando adherir esas propuestas a otras sobre infraestru­ctura y recuperaci­ón económica que sí puedan justificar el uso de ese procedimie­nto.

El filibuster­ismo

Otro tema ha desatado un debate aún mayor en las filas demócratas: la posibilida­d de acabar con el conocido como filibuster­ismo, una maniobra que permite al partido minoritari­o, en este caso los republican­os, bloquear la votación de proyectos en el Senado al requerir que primero se reúnan 60 votos.

La Casa Blanca insistió ayer en que Biden está en contra de acabar con el filibuster­ismo, algo a lo que también se oponen los dos senadores más conservado­res dentro del Partido Demócrata, Joe Manchin y Kyrsten Sinema.

“Él prefiere no acabar con el filibuster­ismo, quiere trabajar

Luego del estímulo, la Casa Blanca se alista para la reforma migratoria

con los republican­os, con los independie­ntes”, aseguró Bedingfiel­d a CNN.

Muchos demócratas argumentan que sin poner fin a esa maniobra, Biden no podrá cumplir muchas de sus promesas de campaña más progresist­as. “Si la gente quiere que aprobemos estos proyectos

de ley, tendrán o bien que exigir que acabemos con el filibuster­ismo o bien (votar en las elecciones legislativ­as de 2022 para) que dejen el poder los senadores republican­os” que lo impiden, dijo el “número dos” de los demócratas en la Cámara Baja, Steny Hoyer.l

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