Crece indignación ante la violencia
El botellazo a Payet en Lyon provoca una reunión de emergencia para tratar el fenómeno Nashville vs. Orlando City Seattle S. vs. R. Salt Lake
El botellazo que recibió este domingo en el estadio del Olympique de Lyon el jugador del Olympique de Marsella, Dimitri Payet, que provocó la suspensión del partido, ha levantado más indignación en el fútbol francés, que vive una temporada plagada de incidentes.
“Es inadmisible, intolerable”, aseguró la ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, quien junto a su colega de Interior, Gérald Darmanin, convocó para hoy una reunión de urgencia para estudiar la situación.
En ella estará el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Vincent Labrune, quien en declaraciones a ‘L’Équipe’ confirmó que los incidentes que está viviendo el balompié galo “arruinan todo el trabajo de superación deportiva y económica” que están haciendo los clubes aprovechando la llegada de nuevas estrellas a sus equipos.
La Comisión de Disciplina de la LFP también reaccionó de inmediato y, de forma cautelar, ordenó el cierre del estadio del Lyon, a la espera que se pronuncie el próximo 8 de diciembre de forma definitiva sobre el caso y sobre el futuro de ese encuentro liguero.
Por ahora, la decisión afectará solo a un partido, el programado contra Reims el próximo día 1, pero todo apunta a que la sanción se agravará y que, además, podrá costar puntos en la clasificación al Lyon.
Payet, según anunció Olympique de Marsella, también decidió denunciar el incidente provocado por un espectador que fue enseguida arrestado y llevado a la comisaría.
Por ahora, las sanciones son la respuesta del fútbol francés a todos estos incidentes, aunque ya hay voces que piden reformas más profundas y de calado para afrontar esta ola de casos.
Payet ya fue objeto de otro botellazo a principios de temporada en un duelo contra Niza, que tuvo lugar a falta de un cuarto de hora para el final y también motivó la suspensión del duelo.
Entonces, el jugador del Marsella lanzó la misma botella a la grada, lo que provocó que aficionados del Niza invadieran el campo generando una imagen lamentable de peleas entre jugadores y público.
Niza vio cómo su estadio se cerraba tres partidos y se le quitaba un punto en la clasificación. El partido se repitió unas semanas más tarde.
Unos días después el afectado fue el derbi del norte entre Lens y Lille, cuando aficionados locales invadieron el campo para tratar de llegar a la zona donde estaban los del equipo visitante, zafarrancho que se saldó con seis heridos, el partido suspendido y la retirada de un punto a cada equipo.
Otros incidentes han sido registrados en Montpellier, Angers o Saint-Étienne, cuyo campo fue invadido incluso antes del inicio el partido, como protesta por la mala marcha del equipo local.
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