Maná está más fuerte que nunca
Con Maná sí que aplica la frase: ‘lo que no te mata te hace más fuerte’, porque lo vivido en décadas es lo que marca la diferencia cuando suben a tocar al escenario.
Pero, hablando del momento que viven ahora como banda, Fher Olvera, Sergio Vallín, Juan Calleros y Álex González, no dudan en señalar que han forjado una fortaleza de pop y rock latino.
“Estamos en otra etapa de la vida y como banda creo que ya hemos pasado de todo, entonces lo que dicen: ‘lo que no te mata te fortalece’. Siento que todas las cosas que en algún momento pudieron haber sido en contra, siempre las hemos superado y nos han fortalecido. Maná está más fuerte que nunca”, sostuvo Vallín, guitarrista de la banda tapatía.
Próximo a cumplir 50 años, Vallín, uno de los primeros músicos latinos con una guitarra Gibson nombrada y diseñada en su honor, señaló que siguen enamorados de la música y de subir juntos al escenario para crear su magia.
“De verdad que estos dos años que llevábamos sin tocar ya estaba desesperado”, indicó. “Te haces adicto a la adrenalina de estar en los escenarios y del contacto directo con el público”.
El reflejo de sus vidas en esta etapa de madurez; su vocalista tiene ya 62 años, se proyecta en lo que están haciendo con la banda, señaló el músico.
“Hemos logrado cosas que jamás imaginamos, por eso tenemos mucho agradecimiento por toda la gente que nos ha seguido en tanto tiempo, y por qué no decirlo, es el resultado de nuestro trabajo porque no hemos parado desde que empezamos”, dijo.
En casi 40 años de carrera, primero como Sombrero Verde y luego como Maná (1986), la agrupación no dudó en señalar que han tenido una vida aspiracional.
“Sí se nos han acercado (con intenciones de contar la historia de Maná), pero todavía no se ha concretado nada”, dijo Vallín. “A lo mejor sería interesante, sobre todo para los chavos que empiezan en la música, hay muchas historias muy inspiradoras de la banda que tal vez a través de una serie podría inspirar a otros a que sigan el camino de la música”.
‘Me da pena compartirlas’