México dice que está en la Cumbre de las Américas “bajo protesta”
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló ayer que México participa en la Cumbre de las Américas, que se celebra esta semana en Estados Unidos, “bajo protesta” al reafirmar que no estuvo de acuerdo con que Washington no invitara a todos los países de la región. “Es un asunto de interpretación, nosotros estamos representados, pero al mismo tiempo lo yoría de protestas quedaron deslucidas, con poca afluencia de personas y alejadas del Centro de Convenciones por el fuerte dispositivo de seguridad desplegado ante la llegada del presidente Joe Biden, y sus homólogos de la región.
Además de los reclamos por concretar una regulación migratoria, tanto para los solicitantes de asilo como para aquellos que llevan décadas en EEUU con permisos temporales, también se escucharon consignas que criticaban la futura reunión Biden-Bolsonaro y protestaban por el veto a los mandatarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Esta amalgama de movilizaciones, repartidas por la calles del centro de Los Ángeles, integró lo que diferentes grupos de colectivos y activistas han denominado Cumbre del Pueblo para dar cabida a los temas que consideran que no han recibido la atención que merecen en la agenda oficial.
“Es muy desafortunado que la inmigración no se esté discutiendo al más alto nivel, no tienen liderazgo”, denunció Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA, por hacemos bajo protesta porque no aceptamos que se excluya a nadie, queremos la unidad de todos los países del continente americano en beneficio de nuestros pueblos”, dijo el mandatario durante su rueda de prensa matutina. López Obrador no asistió a la Cumbre de las Américas por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero en su representación envió al canciller Marcelo sus siglas en inglés); una de las organizaciones convocantes de las protestas.
Desde primera hora de la mañana, medio centenar de manifestantes reclamó una solución firme para el millón de personas que vive en EEUU con permisos temporales como DACA (Acción Diferida para los LLegados en la Infancia, en español) o TPS (Estatus de Protección Temporal).
El 70 % de personas que se acogen a estos dos programas proceden de México o Centroamérica.
La decepción entre los asistentes por la falta de medidas se sumó a la poca concreción con la que los Gobiernos están abordando los flujos migratorios en el continente, aunque se espera que al final de la cumbre se adopte una declaración conjunta en esta materia.
“Biden va a anunciar una declaración sobre la inmigración y la protección pero no sabemos qué va a contener ni qué mandatarios se van a acoger a ella. Así que nos han fallado y ha desperdiciado la oportunidad”, sostuvo Salas.
Maira Matías, una mujer nacida en México que llegó con 7 años y lleva más de 20 con un estatus temporal, re
Ebrard a la reunión que se celebra del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, California. En el Palacio Nacional, López Obrador argumentó que su Gobierno no quiere alentar bloqueos ni discriminación. “No estamos de acuerdo con mantener la misma política de siempre, intervencionista, que afecta a la gente, que tiene que ver con las cúpulas de poder económico y político”, destacó.
«Todos estos factores [desafíos económicos, rezagos en las poblaciones] están contribuyendo a un gran aumento de los flujos migratorios, con demasiadas personas que sienten que no tienen ninguna opción disponible para mantenerse a sí mismos y a sus familias». Joe Biden, presidente de EEUU (EFE)
sumió el sentir de muchos de los presentes.
“Quiero que el presidente y el Congreso nos tengan en cuenta, no es justo estar en este limbo porque contribuimos a la economía estadounidense y queremos una solución permanente ya”, protestó esta “dreamer”, como se conoce a los migrantes indocumentados que llegaron a EEUU junto a sus padres siendo muy pequeños.
La inacción del actual inquilino de la Casa Blanca ante el asunto migratorio fue una constante en las quejas de manifestantes como Vladimir Carrasco, quien trabajó en la campaña electoral del propio Biden.
“Nosotros peleamos duro para ponerlo en la Casa Blanca y nos ha decepcionado”, afirmó.
“La única diferencia entre la administración Trump y la de Biden es que él nos prometió terminar con medidas racistas como el Título 42 y sigue reforzándolo”, añadió Carrasco sobre esta política que prohíbe cruzar la frontera estadounidense, y permite deportar, a aquellos migrantes que se considere que puedan propagar enfermedades infecciosas.