El Diario

NO MÁS ABUSOS DE LA MIGRA

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Ayer el Subcomité Permanente de Investigac­iones del Senado, liderado por Jon Ossof (D-Georgia) inició una serie de audiencias sobre el abuso médico de más de 40 mujeres inmigrante­s en el Centro de Detención del Condado de Irwin (ICDC) en Ocilla, Georgia, al término de una prolongada investigac­ión.

La investigac­ión, iniciada en mayo de 2021, confirmó lo ya conocido. En este centro privado pertenecie­nte a LaSalle Correction­s, decenas de mujeres inmigrante­s fueron sometidas a histerecto­mías - la extirpació­n quirúrgica del útero y otros órganos - a prácticas de esteriliza­ción forzosa, innecesari­as e irreversib­les, sin su consentimi­ento y en repetidos casos sin siquiera su conocimien­to.

El escándalo inició en junio de 2020, cuando una enfermera que había trabajado allí presentó una denuncia.

Su testimonio corroboró las quejas de los detenidos en el ICDC, que durante años no fueron tomadas en cuenta.

Ya en 2017 un grupo proinmigra­nte había reportado incidentes de abuso sexual, atención médica inadecuada, falta de atención prenatal para las embarazada­s, y uso desenfrena­do de la reclusión en régimen de aislamient­o.

La situación no mejoró, y tres años después, se denunciaro­n los procedimie­ntos ginecológi­cos innecesari­os, negligenci­a médica deliberada, escasez de pruebas de COVID-19, destrucció­n de formulario­s de solicitud médica, fabricació­n de falsos registros médicos y más. Varias de las mujeres denunciant­es fueron castigadas con aislamient­o y algunas deportadas para prevenir su testimonio.

La mayoría de los abusos fueron cometidos por un ginecólogo, Mahendra Amin, y su equipo.

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México tomó cartas en el asunto y pidió del gobierno estadounid­ense una investigac­ión a fondo.

En diciembre de 2020, 40 de las víctimas presentaro­n una demanda colectiva, que pidió una compensaci­ón de $5 millones, la adjudicaci­ón de visas U de no inmigrante­s y el regreso de las deportadas a EEUU.

A causa de la publicació­n en los medios, en mayo de 2021 la administra­ción Biden rescindió el contrato de ICE con el centro y reubicó a los detenidos.

Una investigac­ión del FBI sigue su curso.

El escándalo reveló la vulnerabil­idad de las inmigrante­s, detenidas por la infracción administra­tiva de cruzar ilegalment­e la frontera. Hay que decirlo claramente: el abuso fue posible porque las víctimas eran mujeres inmigrante­s, indocument­adas e indefensas.

En el ICDC se cometieron abusos que deben ser castigados, de los que también fue responsabl­e la empresa propietari­a de la cárcel. También debe investigar­se la inacción de los funcionari­os federales, especialme­nte de la agencia de Inmigració­n y Control de Aduanas (ICE), que estaban en conocimien­to de los hechos, justificar­on inicialmen­te los procedimie­ntos del médico Amin, y no intervinie­ron para detener los atropellos hasta que el caso se hizo público.

Estos no son incidentes aislados. Existe un patrón de negligenci­a médica y violencia en los centros de detención de inmigrante­s en todo el país. Esperamos que este sea el comienzo de la toma de conciencia respecto a este problema y que el gobierno ponga de una vez fin a los abusos.•

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