Problemas en el desierto por... ¡el frío!
No hay forma de escapar a la ‘lengua de fuego’ en las calles de Doha, por más que en noviembre y diciembre aquí se considere que las temperaturas son más ‘amables’.
En esta parte final del año Qatar cuenta con temperaturas de entre 20 y 30 grados centígrados de media. Por lo tanto, cada espacio cuenta con un sistema de aire acondicionado: shoppings, supermercados, estacionamientos, tienen tolvas que expulsan aire fresco y permiten eludir la hostilidad del calor.
Incluso, para esta Copa del Mundo, siete de los ocho estadios fueron climatizados con tecnología de avanzada, aunque existen algunos detalles que hacen creer que los aires acondicionados podrían convertirse en un dolor de cabeza.
“Si no los regulan bien, la van a pasar mal con el frío”, le contó Rodolfo Arruabarrena, el entrenador del seleccionado de Emiratos Árabes Unidos, a ‘La Nación’.
En junio de este año, Arruabarrena disputó con su equipo el repechaje para ingresar a la Copa del Mundo ante Australia, pero no pudo lograr el objetivo porque cayó por 2-0 en el estadio Ahmed bin Ali de Rayyan, Qatar.
“Cuando fuimos a jugar contra Australia, la verdad que la pasamos mal con el
Los sistemas de aire acondicionado en los estadios pueden afectar a más de una selección durante la Copa del Mundo
frío. No estaba bien regulado y eso es complicado, porque lo sufren los jugadores que están adentro del campo y mucho los que están en los bancos. Ojo, que en los centros de entrenamiento cerrados también el tema del aire acondicionado es para estar atento y pedir que los regulen”, contó Arruabarrena.
“A pesar de que afuera de los estadios hace mucho calor, adentro si no cuidan bien la temperatura en la que ponen los sistemas de refrigeración, van a tener que andar todos con una chamarra”, insistió.
El ‘Dr. Cool’
Este tipo de situaciones que se vivieron en junio sirvieron como banco de pruebas, que permitieron tomar nota de cada detalle respecto a cómo debe administrarse el frío en los estadios. Y en medio de esa cuestión está Saud Abdulaziz Abdul Ghani, apodado ‘Dr. Cool’, que desde hace 13 años trabaja para desarrollar la tecnología, que según él puede proteger a los jugadores de las lesiones, ayudar a cuidar el césped e incluso eliminar o reducir los olores corporales en las tribunas.
“Al borde del campo de juego hay unos paneles que atraen el aire caliente hacia unas máquinas que hay debajo, lo enfrían, lo purifican de polen y polvo, como también de piel y pelo humano, y lo devuelven más frío hacia la gente”, explicó ‘Dr. Cool’.
“Estamos 100% seguros que les damos a los jugadores un ambiente térmico que les permite esforzarse al 110% sin ser perjudicados por las temperaturas. Para los espectadores y visitantes tenemos varios pequeños difusores que básicamente expulsan aire fresco en un radio de dos metros y lo hacen recircular”, añadió.
Los grados de temperatura a los que se ajustará el interior de los estadios se determinaron a partir de análisis térmicos, aunque el equipo encargado reconoce que lo único que puede cambiar es el ambiente y no las condiciones climáticas del país que, aún en invierno, resultan difíciles de soportar.
“No controlamos el clima, controlamos cómo la gente percibe la temperatura en los estadios midiendo los niveles de humedad, la velocidad del aire y otros factores”, cerró Saud Abdulaziz Abdul Ghani.
En el papel, todo parece estar en orden. En los próximos días se desvelará si el frío es un problema en Qatar 2022.
“A pesar de que afuera de los estadios hace mucho calor, adentro si no cuidan bien la temperatura en la que ponen los sistemas de refrigeración, van a tener que andar todos con una chamarra” Rodolfo Arruabarrena, Técnico de la selección de Emiratos Árabes Unidos