Cientos de migrantes empantanados con la aplicación para solicitar asilo
Denuncian que el servicio no funciona y protestan frente al consulado de EEUU en Tijuana “Es muy frustrante para los migrantes, especialmente para las familias con niños chiquitos o con ancianos, algunos enfermos, que necesitan ayuda”
Kennedy, un joven del estado de Gerrero, dijo sentirse “totalmente frustrado con esta aplicación, que se supone que es para que podamos pedir asilo, pero no sirve, algo le falla”.
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó hace unas semanas que los migrantes ya no deberían llegar a la garita de El Chaparral a solicitar asilo, sino solicitar cita previa mediante una aplicación para móviles.
Kennedy, quien intenta conseguir asilo junto con doce familiares, dijo a este medio que descargar la aplicación CBP ONE es muy fácil y parece sencillo de usar, sin embargo, en el último paso se vuelve demasiado complicado.
“Por pasos”, explicó el joven, “abres la aplicación y abro la solicitud, te piden muchos datos, ya casi al final, la aplicación te dice ‘tengo estas fechas y estas horas disponibles’ para que escojas, entonces dice que te van a andar a tu correo electrónico la confirmación, y ahí es donde está el problema”.
El correo de confirmación nunca llegó. Pasó el 18 de enero que era la fecha que Kennedy había solicitado y ha pasado hasta el 3 de febrero y la confirmación continúa sin llegar.
“Así hemos tenido como 150 casos”, dijo el pastor Albert Rivera, director del albergue Ágape, quien organizó una protesta ante el consulado de Estados Unidos en Tijuana para denunciar que la aplicación tiene fallas.
“Mire, tenemos como 30 personas que escogieron este día, viernes 3 para ir a la garita a entrevistarse para solicitud de asilo, y todavía no les llega la confirmación; para mañana tenemos como diez o 15, y el domingo 20, todos sin la confirmación”, dijo el pastor.
Tan solo en ese albergue, en los siguientes días dentro de la semana, por lo menos esperan confirmación unos 120 migrantes.
“Es muy frustrante para los migrantes, especialmente para las familias con niños chiquitos o con ancianos, algunos enfermos, que necesitan ayuda”, dijo el pastor.
Dijo que, en ocasiones, los migrantes se levantan el día que escogieron para citas para arreglarse, para ir a la garita, algunos reúnen sus pertenencias, su equipaje, y esperan angustiados una confirmación que no llega.
En las madrugadas varias familias acuden a las inmediaciones de la garita a la espera en que pidieron entrevistarse con oficiales de asilo, pero pasa esa hora y en sus correo sigue sin llegar la confirmación.
“El problema es que a algunas familias sí les llega y a muchas otra no”, explicó el pastor.
En su albergue los migrantes incluso pensaban que la sí la recibió en su correo unas 45 horas después de haberla solicitado.
Ahora los migrantes han comenzado a enviar múltiples solicitudes. Empiezan por generar varios correos electrónicos para que no haya duplicidad en el banco de datos de CBP, y con esas direcciones presentan cuatro o cinco peticiones en diferentes fechas y horarios, para ver si reciben confirmación en alguno de los correos.
Pero como esa es una opción que comenzaron a repetir migrantes a lo largo de la frontera e incluso entre quienes todavía están en camino a la zona fronteriza, el sistema de CBP se satura.
Al consultarle sobre esos problemas, CBP respondió que la misma aplicación tiene un apartado para presentar quejas.
Cuando una madre de familia migrante usó esa alternativa, recibió una respuesta automatizada que decía que recibiría respuesta dentro de las siguientes seis horas. De hecho la respuesta llegó apenas transcurrida la primera hora.
Le pidieron que detallara el problema y que incluyera capturas de pantalla, para tratar de corregir y procesar su petición de asilo, pero la recomendación final fue que volviera a intentar solicitar fecha y hora para cita en la garita.
“Eso fue lo que hice, y de nuevo, no pasó nada; no recibimos ninguna confirmación”, dijo la señora madre de dos menores, “de verdad que es muy frustrante”.
La frustración es mayor cuando una familia ve que la que tenía como vecina en la tienda de campaña o carpa contigua ya cruzó la frontera y otra de un poco más allá también se ha ido a Estados Unidos.
“Ya ahorita la única opción que nos queda es pedir a Dios, porque ¿qué más vamos a hacer?”, dijo la madre que había presentado queja.
El pastor dijo que la protesta ante el consulado fue a petición de muchas familias que ya se sentían desesperadas sin tener confirmaciones de citas ni alternativas para pedir asilo.
“Son familias que vienen huyendo de la violencia, la mayoría huye de los carteles, y quieren hacerlo todo en regla para no tener problemas, pero se sienten desesperadas porque algunas de esas familias ya llevan varios meses que han esperado alguna oportunidad: para pedir silo”, dijo el pastor.
Uno de los requisitos que pide CBP es que tengan patrocinadores en Estados Unidos, familiares, amigos, conocidos, u organizaciones que les acojan y se hagan cargo de sus gastos.
El pastor dijo que para esas familias también es angustiante y una frustración ver pasar el tiempo sin que las familias puedan cruzar.•
Albert Rivera, director del albergue Ágape