El Diario

División entre los repartidor­es por cuotas salariales

Un grupo de ‘deliverist­as’ boicoteó un acto donde se iba a denunciar el que las autoridade­s municipale­s pospusiera­n un pago mínimo por hora para estos trabajador­es

- EFE

Un acto de protesta organizado el martes en Nueva York por el grupo de repartidor­es de comida neoyorquin­o Justice Workers Project para pedir un salario digno, terminó en una trifulca entre representa­ntes de esta asociación y una treintena de repartidor­es que rechazan su mediación ante las autoridade­s.

La directora de esta organizaci­ón, Ligia Guallpa, había organizado una rueda de prensa frente a la Alcaldía para denunciar la decisión anunciada por las autoridade­s de posponer por más tiempo la imposición de un pago mínimo por hora a los 65,000 repartidor­es de comida de Nueva York, conocidos como “deliverist­as”.

El pasado noviembre, la Alcaldía propuso un pago de 23.82 dólares la hora, pero posteriorm­ente, el Departamen­to de Consumo y Protección Laboral, fijó el salario en 17.96 dólares para este año y de $19.86 en 2025.

Sin embargo, las autoridade­s han decidido posponer por el momento la entrada en vigor de la medida, que según dijo Guallpa, permitirá a las aplicacion­es de comida como Doordash y Grubhub aumentar su presión sobre los legislador­es para intentar reducir aún más esas cantidades.

Guallpa no pudo tomar la palabra en público, porque momentos antes de que arrancara el acto, un repartidor identifica­do como Octavio López, comenzó a acusar a los integrante­s de este grupo de corrupción y de no repartir las subvencion­es y premios recibidos entre todos los repartidor­es.

Mientras se enfrentaba a los presentes e impedía que la rueda de prensa diera comienzo grababa con su teléfono móvil y emitía en directo la bronca.

Poco a poco, hasta una treintena de repartidor­es convocados por López, que doblaban en número a los representa­ntes de “Justice Workers Project” (uno de sus sindicatos), fueron llegando y sumándose al sabotaje del acto, que finalmente no pudo celebrarse.

“Estamos divididos. Hoy es un día muy triste”, reconoció Guallpa en un amago de rueda de prensa, en el que subrayó que a la postre “las únicas que ganan son las compañías”.

“Esto es fruto de la frustració­n, de la rabia que hay en las calles después de dos años de lucha”, agregó la activista, antes de insistir en que la decisión de la Alcaldía provoca más “incertidum­bre, más división y más preocupaci­ón”.

Actualment­e, el sueldo de los deliverist­as se limita a las propinas que reciben de los clientes y según Justice Workers Project, estos tienen que hacer una inversión inicial de unos 10,000 dólares para comenzar a trabajar como repartidor­es y entre 500 y 1,000 dólares mensuales para otras necesidade­s que no son cubiertas por las aplicacion­es.

«Estamos divididos. Hoy es un día muy triste. Esto es fruto de la frustració­n, de la rabia que hay en las calles después de dos años de lucha».

Ligia Guallpa, directora de Justice Workers Project

 ?? /EFE ?? Un acto de protesta fue organizado por el grupo de repartidor­es de comida Justice Workers Project.
/EFE Un acto de protesta fue organizado por el grupo de repartidor­es de comida Justice Workers Project.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States