Los ‘rossoneri’ van a los cuartos 11 años después
Tottenham vivió otra decepción, de esas a las que está acostumbrada la afición de los ‘Spurs’, que esta vez sufrió un apagado y gris encuentro que concluyó 0-0, muy lejos de remontar ante AC Milan, que vuelve a los cuartos de final de la Champions League 11 años después.
Serán 16 los años que Tottenham sumará sin ganar un solo trofeo, con todas las competiciones perdidas en marzo y con el único aliciente que asegurarse el cuarto puesto en la Premier League, con el acecho del Liverpool. Incluso esta eliminación, triste y temprana, puede poner el punto y final a la etapa de Antonio Conte como entrenador de los ‘Spurs’, muy nutridos en ataque, pero muy poco en defensa.
Ayer, con el frío y la lluvia arreciando en la capital inglesa, Tottenham creyó que su afición y su artillería sería suficiente para pasar por encima de un AC Milan que trajo un notable 1-0 de la ida y que jugó a encerrarse todo el partido. Ahí se vieron las carencias de un Tottenham que esperaba que a Harry Kane se le encendiera una bombilla o a que Heung-min Son, seguramente en su peor temporada en Londres, tuviera una chispa de gracia.
Ese era el deseo de los jugadores, mientras que los aficionados entendían que al menos habría un arrebato de orgullo, un asedio constante, una caída de los italianos por pura insistencia. Si los milaneses iban a estar agazapados todo el encuentro, marcar uno y forzar la prórroga sería el mínimo exigible para los londinenses. Pero tremenda desilusión se llevaron cuando las mejores ocasiones del partido fueron para los visitantes, siempre cómodos en ese papel de mártires.
Un error de Junior Messias, en posición inmejorable, y una buena parada de Fraser Forster a una ‘tijera’ del incombustible Olivier Giroud, estuvieron cerca de terminar la fantasía del Tottenham mucho antes.
Cualquier atisbo de remontada, con un disparo de Pierre-Emile Hojbjerg bien parado por Mike Maignan, y un cabezazo desviado de Kane, lo cercenó rápido el argentino Cristian Romero, expulsado tras una dura entrada a Theo Hernández.
El ánimo de los ‘Spurs’ decayó, hasta el punto de depresión, y solo lo levantó un paradón de Maignan a tres minutos del final, cuando el arquero francés repelió por puro instinto y reflejo un cabezazo de Kane picado, una parada que vale una eliminatoria y que elimina al Tottenham en octavos de final.