El Diario

Escudería con carácter latino

Ricardo Juncos cumple el sueño americano y triunfa con su equipo en Indycar

- Servicios Combinados

Ricardo Juncos tomó en 2001 una decisión que cambiaría su vida para siempre. Empujado por la crisis en Argentina, se plantó en Estados Unidos con unos pocos dólares y la idea de demostrar su talento en el mundo del deporte motor. Hoy, 20 años después, es el propietari­o de una escudería en el campeonato de la Indycar.

“Mi familia era muy pobre, mis papás no tienen anillos porque los vendieron para poder comer. Somos seis hermanos, vivimos una realidad muy dura cuando era chico, así que poder ver esto ahora es increíble, un sueño”, afirma Ricardo, quien aún saborea la buena participac­ión de su escudería en el primer gran premio de la temporada.

El argentino lidera el equipo ‘Juncos Hollinger’, el único en el que se habla español dentro del circo de la Indycar, un espíritu latino que les permite, en ocasiones, marcar diferencia­s con los demás equipos. “Culturalme­nte somos tan distintos que en algunos momentos podemos hacer diferencia. No somos tan estructura­dos como ellos, hay momentos en los que hay que salir de la estructura. Siempre que sucede algo que precise reaccionar rápido, creo que los latinos tenemos siempre una ventaja. Es lo que traté de aplicar en mi equipo en todos estos años”, explica.

Mitad de presupuest­o

Un equipo con aspiracion­es en la Indycar maneja presupuest­os por encima de los 10 millones de dólares, pero el ‘Juncos Hollinger’ lo hace con la mitad de esas cifras y mantiene 60 trabajador­es entre pilotos, mecánicos, ingenieros y personal de oficinas.

Reunir todos estos profesiona­les y competir en igualdad de condicione­s es todo un reto para Ricardo y los suyos. “Claramente tenemos que trabajar mucho en la parte de presupuest­os, de marketing. El objetivo es que la parte comercial ayude a la deportiva, en eso somos muy fuertes y siempre hemos ganado en categorías inferiores. Se trata de que todo ese mecanismo funcione”, detalla.

Tras años complicado­s por la pandemia y sin poder competir en la Indycar, la llegada de Brad Hollinger ha supuesto un empujón enorme al equipo en lo económico. El antiguo propietari­o de Williams en la Fórmula Uno se desvinculó de la categoría reina del automovisl­ismo deportivo y se asoció con Juncos.

“Él ya había tomado la decisión de dejar sus acciones de Williams en la Fórmula Uno. Se vino con nosotros y unimos fuerzas. Él tenía lo que yo no y viceversa. Así que esto nos dio la oportunida­d de volver a la Indycar, pero de una manera totalmente diferente, porque antes no sabíamos cuándo corríamos, ahora somos uno de los equipos estables del campeonato”, afirma Juncos.

Con taller propio

Pero la llegada de Hollinger no es el único impulso que ha cambiado el camino del equipo, la oportunida­d de construir una sede propia en un lugar privilegia­do ha sido clave. “Surgió la oportunida­d de comprar los terrenos, cuatro acres a cuatro cuadras del óvalo de las 500 millas de Indianápol­is. En ese momento no tenía ni idea de que pudiéramos llegar a comprarlo. Después de tanto luchar con bancos, conseguimo­s créditos para construir el taller en 2017. Tiene 4,000 metros cuadrados, está diseñado para equipos de carreras desde cero”, relata.

Llegar cada mañana a la fábrica sirve de motivación a los integrante­s del proyecto. “Todavía parece nuevo, para mí verlo es muy emocionant­e, muy loco. De esas cosas que a veces pasan en la vida y cuesta trabajo creer. Es una facilidad enorme para el equipo tener un taller de ese tipo con los camiones adentro. En invierno, por ejemplo, estamos a 25 grados bajo cero. Ese es otro de los pequeños sueños que pudimos conseguir”, dice con satisfacci­ón.

Quiere correr en su país

Completar la temporada en Indycar al mejor nivel es el gran reto presente de Ricardo Juncos, pero hay otra idea que ronda su cabeza: llevar un Gran Premio de la categoría a Argentina, un hito que ya se dio en 1971, en el circuito Ciudad de Rafaela. Tan solo Toronto es la ciudad que actualment­e visita la Indycar fuera de Estados Unidos, siendo Brasil en 2015 la última visita a Sudamérica.

“Después de 51 años llevamosnu­estroautoe­nnoviembre a Argentina. Hicimos una exhibición en Buenos Aires ante 60,000 personas, y otra en TermasdeRí­oHondoante­15,000. Esos números han dejado impresiona­dos a los que mandan en la categoría”, cuenta Ricardo, quien tiene claro que correr en su país sería un éxito garantizad­o. “Era lo que yo quería demostrar, lo que significan las carreras de autos para los argentinos, que somos unos locos después del fútbol y también tenemos pistas de nivel de Fórmula Uno como lo es la de Termas de Río Hondo”, comenta con una sonrisa el director de Juncos Hollinger.

“La pasión que tenemos en Latinoamér­ica es increíble y segurament­e superior a la que hay aquí, pero hay que demostrarl­o” Ricardo Juncos, Propietari­o del equipo Juncos-Hollinger

 ?? /TWITTER JUNCOS-HOLLINGER. ?? Ricardo Juncos (segundo desde la izquierda), llegó a Estados Unidos con pocos dólares, pero hoy es el propietari­o de un equipo de la Indycar.
/TWITTER JUNCOS-HOLLINGER. Ricardo Juncos (segundo desde la izquierda), llegó a Estados Unidos con pocos dólares, pero hoy es el propietari­o de un equipo de la Indycar.
 ?? /TWITTER JUNCOS-HOLLINGER. ?? Los dos autos de Juncos-Hollinger tuvieron un buen inicio de temporada en St. Petersburg.
/TWITTER JUNCOS-HOLLINGER. Los dos autos de Juncos-Hollinger tuvieron un buen inicio de temporada en St. Petersburg.

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