El Diario

FIN DEL TÍTULO 42: EN GUERRA AVISADA NO MUERE GENTE

- Maribel Hastings y David Torres B@AmericasVo­ice AMERICA’S VOICE

Ya inició el conteo regresivo para el fin del Título 42 el próximo 11 de mayo, ocasión que genera temores en la administra­ción demócrata ante la anticipada alza de migrantes que se presenten en la frontera sur para solicitar asilo. Mientras, la contrapart­e republican­a se frota las manos ante el prospecto de explotar políticame­nte las imágenes para reforzar su discurso de que la franja fronteriza es un “caos” y que la “culpa” es del presidente Joe Biden y los demócratas.

El anterior es un grotesco panorama en el que impera el juego político, antes que la atención a un problema humanitari­o.

Es decir, si realmente estuvieran preocupado­s por la “crisis” en la frontera, uno esperaría que los republican­os legislaran para destinar los fondos que se requieren para manejar las miles de peticiones de asilo diarias que se prevén ahora que se elimine el Título 42, consideran­do que controlan la mayoría en la Cámara Baja. Pero no es el caso, porque su plan es sacar ventaja con fines politiquer­os.

No les costará mucho trabajo, puesto que han venido preparando el terreno incluso desde la era de Donald Trump como presidente, que si bien perdió en las urnas de manera contundent­e, conserva aún el apoyo de ese segmento social que cree en teorías conspirati­vas basadas en la ignorancia, el racismo y la xenofobia, y que han llevado a trágicos actos de violencia en contra de las minorías.

Es lo que los republican­os han hecho una y otra vez durante las pasadas décadas, sean mayoría o minoría, ocupen o no la Casa Blanca, porque solucionar el tema mediante una reforma migratoria que aborde todos los asuntos resquebraj­ados de nuestro sistema migratorio supondría quitarles su carta favorita en el juego político: utilizar a los inmigrante­s como chivos expiatorio­s y la inmigració­n como sinónimo de descontrol.

Es ahí precisamen­te donde radica la esencia republican­a, cuya simulación es ya inocultabl­e.

Una nación rica y poderosa como EEUU debería tener la capacidad de procesar migrantes que solicitan asilo de manera efectiva y ordenada.

Es cierto que el Departamen­to de Seguridad Interna (DHS) estima que entre 9,000 y 14,000 migrantes llegarán a la frontera a diario cuando se levante el Título 42. De hecho, el DHS solicitó $3.4 mil millones en fondos del Congreso para implementa­r el plan y administra­r la frontera entre EEUU y México después de que finalice el Título 42.

Estados Unidos tiene la capacidad de enfrentar este momento y el prospecto de procesar miles de peticiones de asilo diariament­e no debería tornarse en una pesadilla.

Por ello, insistimos en que este país, que ha podido procesar a miles de refugiados de Ucrania, podría hacer lo mismo con quienes provienen de América Latina.

Después de todo, el fin del Título 42 es algo que se viene anticipand­o desde que se implementó hace tres años y, como bien dice el refrán, en guerra avisada no muere gente.•

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