FIN DEL TÍTULO 42: EN GUERRA AVISADA NO MUERE GENTE
Ya inició el conteo regresivo para el fin del Título 42 el próximo 11 de mayo, ocasión que genera temores en la administración demócrata ante la anticipada alza de migrantes que se presenten en la frontera sur para solicitar asilo. Mientras, la contraparte republicana se frota las manos ante el prospecto de explotar políticamente las imágenes para reforzar su discurso de que la franja fronteriza es un “caos” y que la “culpa” es del presidente Joe Biden y los demócratas.
El anterior es un grotesco panorama en el que impera el juego político, antes que la atención a un problema humanitario.
Es decir, si realmente estuvieran preocupados por la “crisis” en la frontera, uno esperaría que los republicanos legislaran para destinar los fondos que se requieren para manejar las miles de peticiones de asilo diarias que se prevén ahora que se elimine el Título 42, considerando que controlan la mayoría en la Cámara Baja. Pero no es el caso, porque su plan es sacar ventaja con fines politiqueros.
No les costará mucho trabajo, puesto que han venido preparando el terreno incluso desde la era de Donald Trump como presidente, que si bien perdió en las urnas de manera contundente, conserva aún el apoyo de ese segmento social que cree en teorías conspirativas basadas en la ignorancia, el racismo y la xenofobia, y que han llevado a trágicos actos de violencia en contra de las minorías.
Es lo que los republicanos han hecho una y otra vez durante las pasadas décadas, sean mayoría o minoría, ocupen o no la Casa Blanca, porque solucionar el tema mediante una reforma migratoria que aborde todos los asuntos resquebrajados de nuestro sistema migratorio supondría quitarles su carta favorita en el juego político: utilizar a los inmigrantes como chivos expiatorios y la inmigración como sinónimo de descontrol.
Es ahí precisamente donde radica la esencia republicana, cuya simulación es ya inocultable.
Una nación rica y poderosa como EEUU debería tener la capacidad de procesar migrantes que solicitan asilo de manera efectiva y ordenada.
Es cierto que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) estima que entre 9,000 y 14,000 migrantes llegarán a la frontera a diario cuando se levante el Título 42. De hecho, el DHS solicitó $3.4 mil millones en fondos del Congreso para implementar el plan y administrar la frontera entre EEUU y México después de que finalice el Título 42.
Estados Unidos tiene la capacidad de enfrentar este momento y el prospecto de procesar miles de peticiones de asilo diariamente no debería tornarse en una pesadilla.
Por ello, insistimos en que este país, que ha podido procesar a miles de refugiados de Ucrania, podría hacer lo mismo con quienes provienen de América Latina.
Después de todo, el fin del Título 42 es algo que se viene anticipando desde que se implementó hace tres años y, como bien dice el refrán, en guerra avisada no muere gente.•