HALLOWEEN Halloween o Día de los Muertos: mejor los dos
Muchas familias biculturales celebran ambos
DOMINGO 21 DE OCTUBRE DE DEL 2012
Doble celebración
“Para el habitante de Nueva York, París o Londres, la muerte es la palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella”.
Así describió el escritor mexicano y premio Nobel de Literatura, Octavio Paz, una diferencia entre México y otros países del mundo, como EE. UU., en los modos de relacionarse con la muerte.
Y es también por eso que mientras que aquí la tradición marca que niños y adultos se disfracen y se rodeen de decoraciones alusivas al terror del más allá, en México la celebración del Día de Muertos está llena de colorido, festividad y alegorías.
Hay familias que además de fusionar nacionalidades y culturas, hacen también lo propio con estas dos tradiciones y celebran ambas en la casa.
En otros casos, estadounidenses que conocen el rito alrededor del Día de Muertos lo adoptan como propio porque se sienten fascinados por él.
Algo así le sucedió a Judy Turner, residente en Houston y apasionada del Día de los Muertos.
Turner construye religiosamente desde hace varios años un altar en su casa para sus personas amadas fallecidas, y otro en la boutique de objetos folclóricos Casa Ramírez, famosa por sus altares.
Hace varios años, tras la muerte de un familiar, Turner entró en contacto con Macario Ramírez, dueño del local y, dice, “sus enseñanzas me impresionaron tremendamente; me siento honrada de estar celebrando mis ancestros y amistades ya ausentes”.
Hacer los altares, dice Turner, “es una bella expresión de hacer homenaje que no tiene límites culturales; es algo que todos experimentamos porque todos tenemos pérdidas en nuestras vidas”.
Y es esa posibilidad de “hacer homenaje y ser creativo y hablar acerca de esa persona mediante la construcción de una ofrenda” lo que hace que sienta que extiende “esa relación que tienes con tus seres amados”, explica.
No es la única que mantiene esa tradición fuera de la cultura latina.
La mexicana Marbelli González está casada con un británico, David Lunt, y tiene dos hijos, William y Oliver Lunt, de 9 y 2 años respectivamente, que se educan en un ambiente de dos culturas. Además está Irma Correa, su madre.
González lleva 9 años, desde que murió su padre, poniendo altares en su hogar, y este año también en Casa Ramírez, que presenta al público hasta mediados de noviembre junto con una muestra de altares hecha por varias personas.
“Lo curioso es que mi esposo británico nunca me cuestionó mi tradición, pero yo no le decía nada, porque digo, a lo mejor él no cree en esto…”, confiesa González.
“Pero un día mientras estaba haciendo el altar se acercó y puso una foto de su madre y salió a comprar unas galletas dulces del tipo que le gustaban a ella y las puso frente a la foto”, cuenta con una sonrisa.
Pero al mismo tiempo, González se asegura de que sus hijos disfruten de lo que este país celebra. “Yo no sé mucho de qué trata Halloween pero yo disfrazo a los niños, pongo decoraciones para la casa y salimos con ellos a pedir dulces”.
Para el Día de los Muertos, agrega, “pongo mi altar y todos comemos pan de muerto y tomamos atole.
Oliver Lunt, de 2 años, a la izq., y su hermano William, de 9, muestran sus disfraces de Halloween enfrente del altar del Día de los Muertos que su madre, Marbelli González, hace cada año. Es básicamente recordar a mi padre, mi abuela, mi suegra británica”, reconoce González.
Cada año el altar se vuelve más grande y el sueño de González, cuenta, es poner un altar de siete niveles en el garaje y que todo el mundo lo vea.
“Claro, pero no sé si mis vecinos estén listos para eso, no vayan a pensar que soy bruja o algo así”, diceentre risas.
Las diferencias
Se trata de una “diferencia entre el miedo y el amor, ésa es la diferencia que vemos entre Halloween y el Día de los Muertos”, explica Macario Ramírez.
La noche del 31 de octubre se celebra Halloween en Estados Unidos y otros países anglosajones, el advenimiento del Día de Todos los Santos el 1 de Noviembre seguido del Día de Todas las Almas el día 2 en el calendario cristiano, y el Día de los Muertos en México y otros países cercanos culturalmente.
Tanto Halloween como el Día de los Muertos son celebraciones paganas llenas de esqueletos, carabelas y espíritus.
“Pero una no tiene nada que ver con la otra”, afirma enfáticamente Ramírez, que es méxico- estadounidense.
“Creemos que la noche del 31 se abren los cielos y bajan los angelitos ( los niños fallecidos) a visitarnos, y el 2 de noviembre celebramos la vida de nuestros antepasados y los esperamos en sus tumbas en el cementerio o en la casa, donde les hacemos altares especiales para ese día”, explica.
Armando Silva, quien dirige el Festival del Día de los Muertos en el centro Multicultural de Educación y Orientación a Través de las Artes ( MECA, por sus siglas en inglés), en Houston, dice que “desafortunadamente por falta de información la gente confunde estas dos celebraciones. Pero lo único que tienen en común son el calendario y las calaveras”.
En México y “algunos países latinoamericanos es una celebración de amor”, explica Silva. “Lo vemos como un tiempo en el que honramos a los que vinieron antes y abrieron el camino para nosotros preparando nuestro futuro, porque si no fuera por ellos
en el altar de Marbelli González, hay expresiones de amor en los dos idiomas. no estuviéramos aquí, así que es acerca de darles las gracias y celebrarlos”.
El miedo
De acuerdo con la Enciclopedia Británica, la palabra Halloween viene de la contracción en inglés de All Hallows’ Eve o Víspera de todos los Santos. El origen lejano del festejo, según la misma fuente, viene del antiguo festival celta Samhain, o Fin del Verano, el 1 de noviembre.
Los celtas creían que ese día los dioses les jugaban malas pasadas o tricks a los mortales, y las almas de los muertos, que no eran bienvenidas sino vistas como macabras, venían a visitar los hogares, por lo que se protegían encendiendo antorchas y vistiendo máscaras para no ser reconocidos.
“Aparte de la diversión de los niños del tradicional trick- or- treat, veo a Halloween como algo comercial y menos de tradición, porque ya ¡ ni para asustar!”, dice Silva. “Ahora la cosa es entre los adolescentes y adultos, vestirse de enfermera sexy o la camarera con la faldita acá”.
Este año los estadounidenses están menos amedrentados que nunca para gastar para Halloween. El gasto aproximado previsto en trajes, adornos y dulces es de 8,000 millones de dólares, según la Federación Nacional de Vendedores.
Pero para Turner, Halloween “es una experiencia totalmente separada. “Es más para los niños”, explica. “Hacer una fiesta de Halloween entre adultos es divertido, pero para mí es como pretender un tipo de fantasía”.
En cambio, señala, en el Día de los Muertos “lo que celebras es acerca del amor, es curación y alegría”.
A veces Turner decora el frente de su casa en Halloween y da dulces a los niños, pero cada vez más estas fechas son para ella un momento de comunión festiva con sus seres queridos fallecidos.
Macario asegura que los talleres que imparte sobre el Día de los Muertos y la construcción de altares en Casa Ramírez tienen cada vez más asistencia de estadounidenses no hispanos. De hecho, asegura, “varias personas muy privadas de River Oaks hacen altares para este día”.
Turner, por su parte, dice que su experiencia con el Día de los Muertos “ha sido tan enriquecedora e iluminadora que quisiera que se extendiera a todo el mundo. Me encantaría ver a la gente en Houston construyendo ofrendas a sus seres queridos por todas partes”.
Ofrendas: -
Cempasúchil:
Los cuatro elementos:
El fuego: ! " # #
El agua: ! - ! $ #
La tierra: ! - % # - % - &
El aire: ! -
Puntos cardinales: !
La sal: ' ! ! - ( ' " ) #
Las calaveras: - -
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