La frontera, el punto espinoso
REFORMA INMIGRATORIA los objetivos del proyecto de reforma en torno a la seguridad total en la frontera no son realistas, según varios expertos
Álvaro Ortiz
El cierre de la frontera a la inmigración indocumentada, una de las condiciones establecidas en el proyecto de ley de reforma que el Senado analiza actualmente, no es un objetivo realista y podría perjudicar las relaciones de Estados Unidos con México, a juicio de varios expertos.
La iniciativa que el denominado Grupo de los Ocho presentó al Senado en abril ofrece un camino a la residencia permanente y a la ciudadanía a los 11 millones de indocumentados en el país. Sin embargo, pone una condición previa, la seguridad de la frontera, un tema de fuertes disputas.
La iniciativa establece que, seis meses después de que el Congreso apruebe la reforma, el secretario de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), un cargo que actualmente ocupa Janet Napolitano, debe presentar al Congreso dos planes, uno sobre la estrategia para el control de la frontera y otro relacionado con la construcción de muros de contención.
Uno de los objetivos de dichos planes sería lograr un tasa de 90 por ciento de efectividad en la detención de indocumentados. Según el proyecto de ley, la tasa se calcularía sumando el número de inmigrantes detenidos y devueltos a su país, dividido entre el número total de ingresos ilegales. El proyecto no especifica cómo se determina el número de ingresos ilegales. Las condiciones
El proceso de legalización no podría empezar hasta que el secretario de Seguridad Nacional presentara los mencionados planes al Congreso. Asimismo, la transición del estatus de inmigrante provisional que inicialmente sería otorgado a los indocumentados a residente permanente no podría iniciarse hasta que el secretario notificara al presidente y al Congreso que los planes de control fronterizo y de construcción de muros de contención están siendo implementados de forma “sustancial”.
En opinión de Donald Reay, quien dirige la Coalición de Sheriffs Fronterizos de Texas, un grupo con sede en El Paso que representa a 20 oficinas del sheriff, el objetivo del 90 por ciento “no es realista” debido, en parte, a la dificultad para vigilar ciertas zonas de la frontera. “Por ejemplo, para llegar a la zona de Sanderson (al sureste del parque nacional Big Bend) se necesitan más de dos horas por lo abrupto del terreno”, dice.
Asimismo, a juicio de Reay, “la Patrulla Fronteriza no puede cubrir toda la frontera cuando se tienen en cuenta los días de descanso, las vacaciones y los cambios de personal por los diferentes turnos de trabajo. Además, muchos agentes no viven en las zonas donde trabajan y, por lo tanto, no pueden desarrollar la empatía y colaboración con la comunidad necesarias para una vigilancia eficaz, ya que sólo están en la zona en su horario de trabajo”.
Néstor Rodríguez, un Si quieres leer la nota completa, visita nuestra página web profesor experto en movimientos migratorios de la Universidad de Texas, coincide con Reay y dice que el control total de la frontera es “un mito”.
“Son 2,000 millas ocultas, oscuras, en el desierto”, dice Rodríguez, y subraya que será difícil eliminar los cruces ilegales mientras el móvil para los indocumentados sea buscar oportunidades que no tienen en sus países. Efectos en el comercio
“La gente sigue luchando por necesidades”, señala Rodríguez, para quien la importancia de la reforma radica precisamente en que Estados Unidos establezca nuevas normas que complementen la vigilancia fronteriza, por ejemplo, por medio de más visados para trabajadores temporales y de baja capacitación, un punto incluido en el proyecto de ley del Grupo de los Ocho.
Para otros analistas, medidas extremas que signifiquen un virtual cie- rre de la frontera podrían tener efectos negativos en las relaciones comerciales de EE.UU. con México.
“Hace dos semanas estuve en Laredo. El tiempo que pierden en cruzar los camiones (de mercancías) son horas y horas de dinero tirado a la basura por los requisitos de revisiones para pasar de México a Estados Unidos... Si uno tiene el camión estacionado, vamos a decir, 18 horas en la frontera para poder cruzar pues hay que pagarle al chófer esas 18 horas”, comenta Jerónimo Cortina, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Houston.
Para Cortina, también habría consecuencias diplomáticas. “La calidad moral de Estados Unidos ante la opinión pública internacional sería un caos. Sería la de un país que en los años 80 pedía tirar el muro de Berlín y ahora resulta que pone una barda”.
En tanto, en el Senado, el Comité Judicial está examinando y votando enmiendas al proyecto de ley del Grupo de los Ocho.
Según una portavoz del comité, de las más de 300 enmiendas presentadas, más de la mitad fueron planteadas por senadores republicanos.
De acuerdo con un portavoz de la oficina del senador demócrata por Nueva Jersey Robert Menéndez, que es miembro del Grupo de los Ocho, una de las enmiendas más importantes, que fue aprobada ya por el Comité, fue una del senador republicano por Iowa Chuck Grassley.
Esa medida establece que el 90 por ciento de efectividad sea el objetivo para la totalidad de la frontera, en lugar de sólo para los denominados “sectores de alto riesgo”, como proponía el texto original del Grupo de los Ocho. Los sectores de alto riesgo son aquellos donde el número de detenciones supera las 30,000 por año.
Otro senador republicacano que ha presentado varias enmiendas es el texano Ted Cruz. Entre otras medidas que fueron rechazadas por el Comité, Cruz proponía que si el gobierno federal no alcanzaba el objetivo en efectividad de detenciones en un plazo de tres años a partir de la aprobación de la reforma, el presupuesto del DHS fuera rebajado en un 20 por ciento y que el gobierno federal diera el dinero ahorrado por dicho recorte a los estados fronterizos (Arizona, California, Nuevo México y Texas) para que desarrollaran sus propios planes de vigilancia.
Según Sean Rushton, portavoz de Cruz, “los estados (fronterizos) tienen el incentivo y la fuerza de voluntad para actuar. Si el gobierno federal sigue desentendiéndose de esta responsabilidad básica, lo correcto es dar a estos estados el poder para llenar ese vacío”. alvaro.ortiz@chron.com @AlvaroOrtiz100