Uno de cada cinco votantes de Texas es latino
Las elecciones legislativas que tendrán lugar en noviembre serán una prueba
PERO NO EJERCEN SU INFLUENCIA: El número de votantes hispanos en el estado aumenta, según un estudio reciente, pero no así su potencial político ya que pocos participan activamente.
Algo más de uno de cada cinco, o casi una cuarta parte de los votantes registrados en Texas, son hispanos, según un reciente informe de la Asociación Nacional de Latinos Electos y Designados (NALEO).
Pero a pesar de su significativo volumen, los latinos no aplican su potencial peso político mediante el voto, según varios expertos, que creen que es por una combinación de factores, incluyendo falta de interés por el mensaje político que les llega.
“Son frecuentemente ignorados por ambos partidos políticos, que en algunos casos no se interesan o involucran en sus problemas”, dice Rosalind Gold, directora de Investigación Política de NALEO y autora del informe.
“Realmente, no tienen estrategias políticas para involucrarlos”, añade Gold, pero “además, esas estrategias tienen que ser diversas porque la población hispana es muy diversa y no les llega el mismo mensaje a los méxico-estadounidenses de cuarta generación que a los nuevos ciudadanos”.
A pesar de eso, sí ha crecido paulatinamente el número de hispanos que salen a votar en las pro- gresivas elecciones desde 1998, según NALEO.
Observando solamente las elecciones primarias, como las que tienen lugar este 4 de marzo, en los cuatro ciclos de elecciones desde 1998 a 2010 el número de hispanos que votó creció un 62.4 por ciento, a 1,012,000.
La cantidad de elegibles y los votantes registrados también crecieron en las sucesivas primarias.
En definitiva, dice Gold, “cualquier candidato o partido político que ignore al electorado latino, lo hace a su propio riesgo”.
“Es buena noticia para los hispanos en el sentido de que hay una presencia fuerte de latinos en el estado, y esa tendencia de crecimiento va a continuar porque esta población va a seguir creciendo y va a convertirse en una proporción más grande del electorado”, señala Gold.
El centro de investigación Pew Hispanic publicó esta semana que la población hispana en Estados Unidos creció un 50 por ciento entre 2000 y 2012, mientras que en esos mismos años el resto de la población en el país aumentó un 12 por ciento.
En Texas, la población hispana creció 42 por ciento de 2000 a 2010, según datos del Censo de EE.UU., mientras que el crecimiento de la población en general fue de 20.6 por ciento. Potencial real
Pero el aumento de la población, y hasta del número de hispanos elegibles para votar, no se traduce necesariamente en mayor votación latina.
Por ejemplo, en las elecciones de mitad de mandato de 2010, había 4,376,000 hispanos elegibles para votar en Texas, pero sólo poco más de la mitad estaba registrada para hacerlo y en definitiva, apenas un 23 por ciento de los elegibles salió a votar en esas elecciones, en las que son electos re- presentantes y senadores tanto de EE.UU. como del estado, además de puestos como el de gobernador y vicegobernador. Descenso general
En ese tipo de elecciones, en general, “tendemos a ver una reducción de la cantidad de personas que votan con respecto a las presidenciales”, dice el decano de Ciencias Políticas de la Universidad de Rice, Mark Jones.
Por ejemplo, explica, en las presidenciales de 2008 la proporción del voto latino en Texas dentro del total fue de 20 por ciento, mientras que en las legislativas de 2010 bajó a 18 por ciento. Sin embargo, en las presidenciales de 2012 volvió a aumentar a 22 por ciento.
Jones pronostica que esa dinámica no cambiará en las legislativas de noviembre.
Si bien el hecho de que los latinos no tengan muchos candidatos que se dirijan a ellos específicamente no ayuda, Gold señala que entre las contiendas que “el país observará en Texas está la de la candidata latina Leticia Van de Putte para la vicegobernación, que no tiene contendiente en las primarias” y va directa a la boleta de noviembre contra quien surja de la primaria republicana.
Esa contienda en concreto tiene otro elemento de interés para los hispanos: el hecho de que los actuales candidatos republicanos para vicegobernador “parecen estar compitiendo para ver quién es el más antiinmigrante”, señala Jones.
Un problema que confrontan los republicanos, explica el académico, es que “están demasiado enfocados en el electorado de las primarias y no se dan cuenta de que las cosas que están diciendo llegan a una audiencia más amplia, y su retórica aparece como ofensiva para el electorado hispano”.
Como ejemplo, Jones cita al candidato a vicegobernador Dan Patrick, “que usa frases como ‘la invasión de ilegales desde México’”. Hay implicaciones en estos discursos de que “los hispanos no son texanos o estadounidenses... ”. Olivia.Tallet@chron.com Twitter: @oliviaptallet