Cómo son los indocumentados de Harris
SEGÚN UN ESTUDIO RECIENTE Casi la mitad son elegibles para los programas decretados por Obama
Álvaro Ortiz
Son jóvenes, tienen trabajo pero no seguro médico, muchos son dueños de su propia casa y casi una cuarta parte de ellos ha pasado por la universidad.
Y también son indocumentados.
Ésta es la radiografía general que un estudio reciente hace de los inmigrantes sin papeles que viven en el Condado de Harris, donde reside el segundo grupo más grande de indocumentados del país que se beneficiarán del decreto de Barack Obama: 172,000.
Ése es el número de personas potencialmente elegibles para los programas de acción diferida que el gobierno implementará antes del verano y, por tanto, recibirían permisos de trabajo para incorporarse a la fuerza laboral, según un estudio del Migration Policy Institute (MPI), con sede en Washington D.C., publicado este mes.
“Habíamos escuchado que había mucho interés durante los últimos dos años, en realidad desde que empezó DACA (el programa de Acción Diferida para indocumentados que llegaron siendo niños) en 2012, de tener datos a nivel local para ayudar a planear campañas de servicio a la comunidad con las solicitudes” para ingresar en ese programa, cuenta Randy Capps, director de análisis del MPI y uno de los autores del informe, que usa datos de la Oficina del Censo.
Ahora, señala Capps, el interés se ha ampliado por el número de indocumentados que entraría en el programa DAPA, el programa de Acción Diferida para la Responsabilidad Paternal, que amparará a indocumentados que tengan hijos nacidos en EE.UU. o que sean residentes permanentes.
De todos los datos que establecen las características de los inmigrantes no autorizados en el área metropolitana de Houston, el porcentaje que tiene vivienda propia es uno de los más interesantes para Capps.
Un 34 por ciento es dueño de su casa en Harris, mientras que en otros condados como Fort Bend y Montgomery, el 62 y el 50 por ciento de los indocumentados, respectivamente, son propietarios.
“Comparado con otras grandes ciudades, el costo de la vida es relativamente
A
A
A
A
A
A
dreamers bajo en el área de Houston”, apunta Capps como posible explicación. Centroamérica
Otra caracterísitca que el estudio del MPI señala es que si bien la mayoría de los indocumentados de Harris son mexicanos, casi un 70 por ciento, también hay una gran comunidad de inmigrantes sin papeles que proviene de países centroamericanos, específicamente de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Muchos de los centroamericanos llegaron a Houston en la década de los 80 porque la inestabilidad política y los conflictos internos en sus países provocaron un éxodo, señala el profesor del Centro de Estudios Mexicano Americanos de la Universidad de Houston (UH) Luis Salinas.
El académico explica que esa circusntancia coincidió con la salida de Houston de muchos trabajadores de la industria petroquímica por la crisis causada por la caída del precio del petróleo.
En aquel momento, “en esos lugares”, dice Salinas, “había la guerrilla, había problemas políticos, había golpes de estado”, lo que explica por qué huyeron y por qué se quedaron.
Pero lo más interesante para Salinas es que más de la mitad de la comunidad indocumentada de Harris es menor de 35 años y lo que ello implica.
“Eso es importante porque es una población que está trabajando, es una población que también se va a reproducir, en contraste a la población general de Estados Unidos”, apunta, en referencia al crecimiento sostenido de la población latina frente a la reducción proporcionalmente inversa de otros segmentos.
Los datos del estudio del MPI avalan la teoría de Salinas: casi un tercio de los indocumentados del condado trabaja en el sector de construcción y hay expertos locales que dicen que los futuros permisos de trabajo ya están creando expectativas de mejoras laborales entre los elegibles para DAPA.
“Puedes ver este interés renovado entre las personas que son elegibles”, dice Jessica Brown, directora interina del Centro de Investigación sobre Inmigración en UH. “Comienzas a ver a esta gran población económicamente marginada que ya está hablando acerca de mejorar su capacitación”. Con información
de Lomi Kriel alvaro.ortiz@chron.com @AlvaroOrtiz100