CHILE TIENE SED DE UN GRAN TRIUNFO
EI equipo anfitrión del torneo cuenta con jugadores de élite mundial
David Dorantes
La selección de Chile tiene una oportunidad única para plasmar su nombre con letras de oro en la historia del fútbol.
El escenario es inmejorable para lograrlo. La Roja, como le dicen en aquel país al equipo nacional, juega la Copa América 2015 como el equipo anfitrión, tiene a la que tal vez sea la mejor generación de jugadores de toda su historia, su afición está volcada a apoyarlos y su entrenador, el argentino Jorge Sampaoli, ha impuesto un estilo de juego ofensivo, de primer toque y a toda velocidad.
Sólo hay que dar el gran paso histórico ante rivales ya ganadores del torneo como Argentina, Brasil y Uruguay.
Cualquiera de ellos que les toque en las siguientes rondas será complicadísimo.
Sampaoli es el tercer entrenador argentino en fila que dirige a los chilenos, después de Marcelo Bielsa y Claudio Borghi.
A nivel de clubes, Sampaoli dirigió en Chile al equipo Universidad de Chile, al que llegó a ganar la Copa Sudaméricana 2011. Por su paso por el fútbol profesional chileno es que conoce bien la materia prima con la que trabaja.
Después de su paso por la U de Chile dirigió al equipo nacional en la Copa del Mundo de Brasil 2014, donde el equipo pasó a octavos de final y perdió ante Brasil en un dramático partido.
Pese a la derrota, La Roja fue mucho más que La Canarinha, nombre popular de la selección brasileña.
Por eso, los jugadores chilenos tienen ganas de sacar la frustración de no haber ganado nada juntos todavía. Clase y calidad,tienen. Tridente poderoso
El ataque de Chile es para poner a preocupar a cualquier defensa del mundo y, por lo mostrado hasta ahora en la Copa América, son firmes candidatos al título.
En la delantera están tres hombres acostumbrados a los retos: Alexis Sánchez, del Arsenal de Inglaterra, Eduardo Vargas, del Napolés, y Arturo Vidal, de la Juventus de Turín, ambos en Italia.
Como tridente juegan a una velocidad de tren pero con precisión de soplete mientras abren las defensas rivales con triangulaciones de pared, pases al hueco y centros precisos intercambiando posiciones constantemente.
Detrás de esos tres jugadores se coloca Jorge El Mago Valdivia que parece que juega a otro ritmo más lento, pausado, hasta cansino por momentos. Sin embargo, su velocidad es mental ya que Valdivia, quien juega para el Palmeiras de Brasil, en un segundo cambia el rumbo de la pelota con pases precisos, justo al espacio abierto, hacia donde siempre se mueven sus compañeros. No por nada le dicen El Mago.
Para cuidarle la espalda a Vidal y hacer el trabajo sucio en la media cancha está Gary El Pitbull Medel, del Inter de Milán, en Italia, que roba balones, traba la pierna para bajar rivales, intimidar delanteros y, cuando se puede, correr hacia adelante para agregarse al ataque por sorpresa.
Cinco jugadores de élite mundial, de 11 que tiene un equipo en cancha, no es algo para despreciar cuando se les enfrenta.
“Pienso que este equipo va a ganar la Copa América” dijo Alexis Sánchez al periódico La Tercera de su país días antes del inicio del torneo y añadió con cautela: “Éste es el momento de lograr grandes cosas, pero cuando tienes muchas expectativas te puede jugar en contra”.
Por el fútbol mostrado ante Ecuador, en el que Chile venció 2-0, y ante México, en el que empataron 3-3, La Roja chilena tuvo pasajes notables de un juego preciso y precioso. Sin embargo, en esos dos partidos, los chilenos también demostraron que la defensa es su talón de Aquiles.
México le jugó a la presión aprentádolos desde la salida en la media cancha y con esa estrategia les robó todas las pelotas que se convertirían en los goles aztecas.
Sampaoli lo detectó bien. “La verdad es que fueron situaciones puntuales, las cuales hay que corregir. Evidentemente el equipo hizo un esfuerzo enorme y hubo situaciones que fueron desfavorables... el tiempo nos dará la oportunidad de corregir”, dijo con optimismo el entrenador que tiene en sus manos el hacer historia para Chile.