‘El Tri’, frente a dilema por Copa América
El nuevo fracaso de México en la Copa América abre otra vez el punto de debate. ¿De qué le sirve al Tri participar con un seleccionado alternativo, y por qué la CONMEBOL sigue invitándolo al máximo torneo regional del fútbol sudamericano?
Desde que fue invitado por primera vez y llegó a la final en Ecuador, donde cayó 1-2 contra Argentina, México cumplió buenas actuaciones y fue uno de los principales animadores. Pero desde que la Federación Mexicana de Fútbol decidió mandar a una selección alternativa se fue dejando una floja imagen en Argentina 2011 y ahora en Chile, donde empató 0-0 con Bolivia en el debut y luego igualó 3-3 con los anfitriones antes de caer 1-2 ante Ecuador para quedar eliminada.
A diferencia de aquella presentación en Argentina, esta vez el propio técnico de la mayor, Miguel Herrera, fue a dirigir al equipo. Hace cuatro años, Luis Fernando Tena tuvo que conducirlo mientras José Manuel De la Torre se concentró en la preparación del conjunto principal que después participaría, también sin éxito, de la Copa Oro de la CONCACAF.
Al menos, esa joven selección de Tena que sufrió derrotas consecutivas frente a Chile, Perú y Uruguay y que anotó apenas un gol, acumuló una experiencia que luego le sirvió para dejar atrás el fracaso y encaminarse hacia la conquista de la medalla de oro olímpica en los Juegos de Londres 2012. Si ese es el precio que debe pagar México para permitir el crecimiento internacional de una nueva camada de jugadores, quizás vale la pena de todas formas seguir participando, aunque sea con un equipo secundario, ya que indudablemente exponer a los jugadores a enfrentarse a rivales de la jerarquía de Lionel Messi, Javier Mascherano, Neymar, Thiago Silva, James Rodríguez, Edinson Cavani o Arturo Vidal, por nombrar sólo a algunas de las figuras de este rico e histórico torneo, es muy distinto a tratar de que mejoren su nivel en la CONCACAF.
México, dos veces subcampeón y tres veces tercero desde que participa como invitado, tenía como objetivo llegar al menos a las semifinales en Chile. Al menos eso era lo que había anticipado Herrera, quien luego reconoció que su equipo estuvo muy lejos de esa meta. Ahora, con otros jugadores, tiene revancha en la Copa Oro.