¿Es realmente tan fácil montar un negocio en Houston?
NEGOCIOS
PROS Y CONTRAS: Los latinos son uno de los segmentos más emprendedores de la ciudad para armar empresa propia pero no siempre tienen claro cómo hacerlo bien.
Houston es conocida por ser cuna de emprendedores, muchos de ellos latinos, que deciden correr el riesgo de montar su empresa, pero muchos aprenden que no es tan sencillo una vez que ya arrancaron su proyecto.
“El error principal que cometen los emprendedores es comenzar sin un plan, sin saber si su idea es realmente viable...”, dice Tanya Makany-Rivera, directora de relaciones externas de la Oficina de Oportunidades para Negocios de Houston.
En la ciudad hay casi 220,000 pequeñas y medianas empresas, según cifras del Censo de 2007, las últimas actualizadas. De ellas, alrededor de una cuarta parte son de hispanos y otro tanto pertenecen a mujeres.
La esteticista venezolana Marynés Cobo es una de ellas. Fundó Purely You Rejuvenation Spa en 2011, pero comenzó a operarlo en 2012. Antes de eso, había trabajado en diversos centros de estética y tenía un plan de negocios.
“Cuando decidí montar la empresa me dio mucho susto porque significaba invertir todo lo que tenía”, cuenta la empresaria. “Hay mucha incertidumbre pero sentía que había que intentarlo, si otros lo han logrado por qué yo no, me dije”.
La clave, dice Cobo, es prepararse: “Tomé clases y tenía el plan. No es fácil, es un reto, pero tampoco es imposible”.
Algunas de las dificultades tienen que ver con saber manejar los costos antes de empezar a generar ingresos.
Cobo explica que una vez que eligió el local lo que más demoró y requirió de una fuerte inversión fue la remodelación para cumplir con los estándares de la oficina de Licencias del Departamento de Salud del Condado.
“En total entre la inversión que se requiere para las máquinas y remodelación gasté 120,000 dólares, parte de eso lo pedí al banco”, cuenta Cobo, que para cancelar el crédito vendió unas acciones.
En estos casi cuatro años Cobo se ha mantenido en el mercado y ahora trabaja con su hermana y administradora Mirtha Cobo. “Ha habido momentos difíciles. Éste es un negocio cíclico hay meses que son muy buenos, otros no tanto, tienes que aprender a balancear los meses malos con los buenos”, concluye. A base de empanadas
El periodista argentino Manuel Marcello Marini llegó a los negocios por accidente. En los años 60 su esposa Pelusa cocinaba pasteles y empanadas argentinas en casa mientras él trabajaba. Alguien les consiguió una cocina extra en un restaurante italiano en Houston, luego se cambiaron a otro lugar y finalmente en 1971 el matrimonio abrió su primer restaurante: Marini´s, la casa de las empanadas.
Con el tiempo logró ampliarse y abrió más sucursales. Habían llegado de Argentina sin papeles, no tenían experiencia en los negocios, pero los Marini decididieron arriesgarse con un negocio propio.
En 1985 se incendió el local principal, en la calle Westheimer. “No teníamos seguros, lo perdimos todo, me fui en bancarrota”, recuerda Marini.
Su esposa siguió cocinando desde casa por encargo y para algunos eventos.
Veinte años después, la familia Marini logró abrir nuevamente un restaurante de empanadas. Esta vez, de forma distinta.
“La Administración para Pequeños Negocios tiene 23,000 millones para dar, pero cuesta mucho que te presten la plata, yo recibí ayuda del Centro de Desarrollo para Negocios de la Universidad de Houston, la gente tiene que aprender a seguir los pasos”, explica Marini.
Para uno de los dos restaurantes que tienen ahora, en Westheimer, Marini pidió un préstamo de 115,000 dólares, además de invertir el dinero de su retiro.
“El primer año vendimos 400,000 dolares, hoy ya estamos por el millón. Nada es imposible para quien quiera abrir un negocio...”, señala Marini.
Él se encarga de la administración mientras sus hijos y nietos trabajan en los locales.
“Esto es lo que hemos construido tras una lucha permanente, es lo que les dejaré a mis hijos y nietos. Para mí la familia es lo más importante y ése es el sentido que tenemos en el negocio”, concluye.