Uber lanza un ultimato y podría irse de Houston
Ya se marchó de Galveston por el asunto de las huellas dactilares
DISPUTA: El gigante de transporte comercial advirtió que dejaría de operar en esta ciudad a menos que sus líderes enmienden las regulaciones locales que, según la empresa, le dificultan reclutar a conductores.
El gigante del transporte comercial Uber advirtió que podría dejar de operar en Houston a menos que las autoridades de la ciudad enmienden las regulaciones locales que, según la empresa, le dificulta la contratación de conductores.
La advertencia de la semana pasada constituye la última escaramuza en las tensas relaciones desde que la empresa comenzó a operar en Houston hace dos años, y provocó una fuerte reacción entre líderes citadinos.
“Así no es como se conducen los negocios en Houston”, dijo el alcalde Sylvester Turner, quien agregó que la ciudad “no comprometerá la seguridad pública”.
Uber y funcionarios de la ciudad han confrontado problemas desde que la empresa llegó a Houston en febrero de 2014, sobre todo después de que regulaciones citadinas entraron en vigor en noviembre de ese año exigiendo que todos los conductores sometieran sus huellas digitales para verificaciones de antecedentes.
Uber prefiere otro método que utilice datos disponibles al público a través de los números de la Seguridad Social. La empresa y la ciudad no están de acuerdo en cual método es el mejor para garantizar la seguridad de los pasajeros.
“Hemos trabajado duramente y hemos dado pasos extraordinario para orientar a los conductores sobre el proceso actual en Houston”, expresó el gerente de Uber en Houston, Sarfraz Maredia, en una carta dirigida al Concejo de la Ciudad. “Sin embargo, un año y medio después, es evidente que las regulaciones no están funcionando para la gente de esta ciudad”.
Maredia añadió que las consecuencias de la falta de acción son evidentes.
“Si la ciudad no quiere actuar, tendremos que suspender nuestras operaciones”, afirmó.
Según Debbee Hancock, portavoz de Uber, no han establecido un plazo.
“Queremos negociar con la ciudad para desarrollar regulaciones que beneficien a los pasajeros, a los conductores y a toda la comunidad. Sabemos que este proceso puede demorar unos meses”.
El anuncio de Uber fue recibido con frustración por parte de líderes citadinos.
“Si no quieren respetar las regulaciones acordadas, pueden tener una buena oportunidad en otra ciudad”, dijo el concejal del Distrito E, David Martin. “Pero no nos podemos dejar sobornar cuando está en juego la seguridad pública”.
Las empresas de taxis en casi todas las ciudades del mundo se han enfrentado a Uber y a compañías similares, alegando que esa empresa no está re- gulada y aventaja a la industria porque ignora las prácticas de seguridad. No obstante, la gente está usando mucho la aplicación telefónica de Uber para pedir sus servicios.
Funcionarios de Houston insisten en las huellas digitales para los conductores, alegando que son necesarias para garantizar la seguridad pública.
Turner reiteró que numerosos solicitantes para ser conductores no han pasado las verificaciones de antecedentes mediante las huellas digitales. En un caso, un individuo tenía 24 nombres y cinco fechas de nacimiento diferentes, por lo que la verificación a través del número de la Seguridad Social resulta improductiva, según el alcalde.
Este asunto recibió gran atención después de que un conductor de Houston fue acusado de agredir sexualmente a una pasajera en abril de 2015. Aunque un jurado no lo condenó, este caso dividió a Uber y a la ciudad porque el individuo estaba operando con una plataforma telefónica de Uber sin licencia citadina.
Funcionarios dijeron que el hombre no habría pasado la verificación de antecedentes por una condena federal anterior vinculada a drogas, algo que la investigación de Uber no detectó.
Houston es un caso aislado en cuanto a las huellas digitales. Sólo Nueva York, un enorme mercado para taxistas, donde los conductores de Uber necesitan la misma licencia que los que manejan taxis, exige también una verificación de antecedentes mediante huellas digitales.
Entre tanto, la empresa se ha marchado de Corpus Christi y de Galveston por el mismo asunto.
Desde que la regulación sobre las huellas digitales entró en vigor en noviembre de 2014, funcionarios de Uber informaron que 20,000 personas solicitaron trabajar como conductores.